Para los menores organizó una caminata por el que será el Sendero Verde y un cuentacuentos en el vivero de la asociación. Para los mayores, el paseo de Horcas Coloradas fue el escenario de la observación de pájaros.
Melilla se sumó, como cada año, a la celebración del Día Internacional de las Aves con diversas actividades organizadas por la Asociación Guelaya–Ecologistas en Acción. Los melillenses de todas las edades que así lo desearon participaron en éstas aprovechando el sol de otoño que lució durante toda la jornada del sábado.
A primera hora de la mañana en el paseo de Horcas Coloradas, Diego Jerez, responsable de la Red de Observación de Aves Marinas (RAM) en Melilla, ya estaba con sus prismáticos y su silla contando las aves que veía en la costa melillense. A él se sumaron ayer otros aficionados a la ornitología, quienes pudieron observar la espectacularidad de los charranes ‘pescando’ su desayuno o el salto de peces espada en el horizonte marino.
El otoño es una época especial para los observadores de aves, pues por los cielos de la ciudad autónoma vuelan multitud de especies migratorias que solamente se pueden ver ahora. Además de las gaviotas que suelen surcar los cielos melillenses, un ojo entrenado podrá ver a los mosquiteros musicales, la pardela balear y la pardela cenicienta y los págalos grandes. La pardela es la que realiza la migración más espectacular junto con los charranes. En el primer caso, la época de cría la realizan en las islas Chafarinas en primavera para después iniciar un viaje que les llevará a lo largo de la costa mediterránea hasta el Atlántico. Se han encontrado estas aves, con una anilla de identificación de las Chafarinas, en la playa de los Esqueletos en Namibia e incluso en las costas brasileñas en Recife.
Otro caso singular y genuino del norte de África es el del charrán bengalí. Crían en Libia y recorren miles de kilómetros hasta la costa atlántica africana.
La observación de aves depara siempre algunas sorpresas. Ayer Diego Jerez dijo haber visto peces espada en aguas de Melilla. En otras ocasiones, pueden verse delfines y tortugas.
A mediodía los responsables de Guelaya iniciaron una caminata por la pista de carros. Asistió casi una treintena de melillenses, entre niños y mayores, para disfrutar de la ruta, que en el futuro será el Sendero Verde. El punto de encuentro fue el Parque Forestal. A partir de ahí recorrieron la pista de carros, muy atentos a las explicaciones sobre las especies arbóreas y florales autóctonas de Melilla. Una vez llegaron, pasadas las 13:30 horas, los más pequeños pudieron disfrutar de algunas actividades que Guelaya había preparado en las instalaciones del vivero que tienen, para finalizar un día redondo en homenaje a las aves y al medio ambiente.