Ceuta y Melilla se juegan mucho en los próximos días. El Gobierno de Pedro Sánchez no puede condenar a estas dos ciudades a no encontrar una salida que sea fructífera en la actual crisis y de cara al futuro como es la instalación de empresas de juego. El trabajo concienzudo de los dos gobiernos durante los dos últimos años para atraer a empresas de juego on line, ya hay más de veinte y seis respectivamente, han permitido la creación de numerosos puestos de trabajo.
Pero es un camino que se acaba de iniciar y que encuentra una vía a seguir con empresas de nuevas tecnologías dedicadas a otros nichos de negocio. Sin embargo, una interpretación por parte del Tribunal Supremo ha provocado un verdadero cataclismo que está intentándose solucionar conjuntamente por los Gobiernos de Ceuta y Melilla.
Cuando el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó la bajada de la tasa del juego del 20 al 10% no existía este problema, ha sido una cuestión sobrevenida con posterioridad. Y ahora resulta que con esa interpretación del Supremo estos servicios prestados en las ciudades de Ceuta y Melilla deban abonar el IVA y no el IPSI. La diferencia para estas empresas es esencial porque no es lo mismo tributar el 21% que el 0,5%.
Esta interpretación del Supremo ha provocado que empresas que ya han alquilado locales en Ceuta y Melilla, de momento han frenado su llegada hasta que no exista aclaración sobre este tema esencial. Y es que por parte de los técnicos del Ministerio de Hacienda no existe ningún tipo de obstáculo para adaptar el artículo 70.2 de la Ley del IVA a las necesidades de las dos ciudades autónomas. Todo se reduce a voluntad política y, por tanto, está en manos del Gobierno de la Nación. Desde luego, no afecta para nada a la recaudación nacional de impuestos.
Los Gobiernos de Ceuta y Melilla han puesto en marcha una verdadera operación para que el Gobierno central ofrezca luz verde e introduzca esa adaptación en cualquier ley y la primera que está cerca en el propio anteproyecto de la Ley de Presupuestos Generales del Estado que estará presentado en las Cortes dentro de quince días.
Hace falta que todos los resortes del PSOE de las dos ciudades, las delegadas del Gobierno y los miembros del Gobierno local, pongan toda la carne en el asador para convencer a sus compañeros de Madrid. Y es que una parte del futuro de la apuesta por el cambio de la estructura económica de las dos ciudades está en juego.