No ha habido sorpresa electoral en Melilla, aunque sí se ha producido a nivel nacional porque las encuestas daban un mejor resultado al PP de Feijóo que, si bien ha ganado en estas generales, no ha satisfecho las expectativas creadas por los sondeos a lo largo y ancho del país en los últimos tiempos.
Sin embargo, como decimos, en la ciudad se cumplió lo que se preveía: el PP ha conseguido los tres escaños en liza (uno en el Congreso y dos en el Senado) con una diferencia notable con respecto al segundo partido, el PSOE, que ha remontado con respecto a sus resultados de 2019 a costa de CpM, que se ha desplomado hasta convertirse en la cuarta fuerza política de la ciudad, por detrás incluso de Vox.
Coalición debe replantearse seriamente su futuro después del revés de las municipales, confirmado ahora en las generales, donde apenas si ha conseguido superar brevemente el 5% de los votos; en las elecciones de 2019 llegó casi al 29% rozando los 9.000 votos, quedándose a apenas 136 del PP. Ahora, cuatro años después, ni siquiera llega a las 1.300 papeletas. La caída de los cepemistas es espectacular.
Tras el descalabro en las municipales de mayo, CpM aseguró que habría un Congreso en el partido en el que Mustafa Aberchán tenía la intención de echarse a un lado. Ahora, a la vista de los resultados, la refundación del partido parece una prioridad.
Por lo demás, Melilla vivió una jornada electoral tranquila, sin incidentes importantes más allá del cambio de sitio de las mesas en determinados colegios electorales que provocó que muchos electores no supieran adónde dirigirse para depositar su voto porque le habían cambiado la ubicación con respecto al 28 de mayo.
No gustó demasiado esta situación de cambios al PP, cuyo presidente regional, Juan José Imbroda, denunció que la Delegación del Gobierno pretendía entorpecer el voto mientras Sabrina Moh lo acusaba de mentir y culpaba a la Junta Electoral de Zona de esa situación.
Quitando ese pequeño rifirrafe entre responsables políticos, el 23J pasará a la historia como la vuelta de Melilla a la normalidad electoral, a pesar de que aún los empleados de Correos acudieron acompañados por la policía a depositar los votos en las correspondientes mesas.
La jornada de votaciones fue el colofón de la normalidad de una campaña muy distinta a la del 28M, sin apenas dirigentes nacionales más allá de la presencia del expresidente de España del PP, Mariano Rajoy, quien dejó una de sus “perlas” en la intervención que protagonizó en el Hotel Melilla Puerto.