La Autoridad Portuaria ultima un anteproyecto para proceder a la remodelación integral de la actual Dársena Pesquera, que consistirá en ganarle tres mil metros cuadrados al mar para hacer una plaza pública en esa zona céntrica de la ciudad, además de aumentar también el número de locales que pueden instalarse en ese punto.
Según comentó al respecto el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo, una vez acabado el anteproyecto se procederá a sacar un concurso público de ideas sobre el diseño de la plaza pública resultante. Los locales, a los que se podrá dar uso comercial, social, deportivo o de cualquier otro tipo, tendrán una concesión de 25 años y la Autoridad Portuaria espera que haya empresarios interesados en instalarse en esa plaza completamente nueva que tendrá Melilla.
Preguntado acerca de cómo van las gestiones sobre el cargadero marítimo, un edificio actualmente sin uso alguno, Quevedo indicó que, al parecer, existe interés por parte de alguna empresa tecnológica de implantarse en esa ubicación e incluso crear allí un centro de formación en las nuevas tecnologías.
En ese sentido, comemntó que está a la espera de que la Ciudad Autónoma realice la correspondiente solicitud de concesión del inmueble para tramitar la petición y conseguir así que ese cargadero de tanta historia en Melilla tenga ya un uso definitivo.
Cargadero terrestre
Por lo que se refiere a la parte terrestre del cargadero, la Autoridad Portuaria sigue pendiente de formalizar el convenio con la Ciudad Autónoma que implicará disponer de espacios que ofertar a las empresas tecnológicas que quieran implantarse en Melilla.
“Tenemos previsto que se utilice para empresas de nuevas tecnologías, de información y de comunicación. Eso está pendiente del visto bueno definitivo de la Delimitación de Espacios y Usos (DEU) portuarios que aprobamos en septiembre”, explicó Quevedo.
Esa iniciativa, esencialmente técnica, lo que hará será permitir liberar ese suelo del cargadero terrestre para que debe de tener uso portuario y que sea en consecuencia más fácil poder realizar el convenio con el Gobierno melillense. “Permitirá que sea más fácil para ponerlo en uso por todos los ciudadanos en las cosas que más intereses a la ciudad”, insistió.
No en vano, las modificaciones practicadas al DEU el pasado mes de septiembre ya han superado el período de exposición pública, se ha remitido a Puertos del Estado y es ahora este organismo en Madrid el que debe enviarlo a otros ministerios, como Defensa o Transición Ecológica, para que pueda ser aprobado definitivamente.
Manuel Ángel Quevedo indicó que en cuanto tenga el visto bueno que precisa por parte de todos esos ministerios, el DEU será de aplicación y de forma inmediata se pasaría a firmar el convenio con la Ciudad Autónoma con el fin de que dé el uso que corresponde a los locales que existen en esa parte del cargadero del mineral.
La idea que siempre ha manejado el Gobierno de Imbroda es que ese espacio se ofrezca como ubicación a las empresas de base tecnológica que quieran venir a Melilla entre tanto se procede a la construcción de un vivero propio, que estaría situado en el antiguo edificio que ocupaba la Policía Local.
¿ Pero no ha dicho el sr. Imbroda que el antiguo edificio de la policía local, era para una residencia de estudiantes ?
¡¡¡¡ Joder poneros de acuerdo, al menos en las mentiras !!!! Que aunque las mentiras tengan las patitas muy cortas, da la sensación que los cerebros que nos gobiernan, aun superan esa cortedad.
Lo que viene a ser el CARGADERO DEL MINERAL de toda la vida, ahora resultará ser parte marítima y parte terrestre, con la inteligencia justa pa cargarse la poca historia que le queda a Melilla llevandose puesto cualquier vestigio con tal de mirar a donde Imbroda Quevedo y Marin les venga en ganas. Cultura 0 - Recreativo 3. Ahí los bajos del cargadero pa las empresas que deleiten instalarse. Menudo pufo Imbrodiano y desgracia terrestre marítima social cultural e histórica le espera a Melilla con éstos zánganos desgraciaos. Recomiendo un libro sobre los ferrocarriles en los protectorados de España en Africa, hasta Guinea Ecuatorial pasando por Ifni de Jose Manuel Vidal Perez y Joan Alberich Gonzalez.