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Se desconocen las causas de la muerte del hombre, de 39 años y en régimen de tercer grado
Un interno de 39 años del Centro Penitenciario de Melilla que estaba en régimen de tercer grado falleció sobre las doce de la noche del domingo tras regresar de un permiso de fin de semana, según confirmó a El Faro el director de la prisión, Francisco Rebollo. Se está a la espera de los resultados de la autopsia para determinar las causas de la muerte.
La dirección del centro aseguró que era un interno muy querido en la prisión y que los presos están muy afectados por la muerte del hombre, que había vuelto a la cárcel tras el permiso sobre las 22:00 horas.
No obstante, según otras fuentes, en los momentos previos a la muerte, el interno se mostró “alterado” y con una conducta algo “agresiva” que era “impropia” de él, hasta que acabó desplomándose.
El director aseguró a este diario que se actuó conforme al protocolo y fue atendido por el doctor y por los profesionales del 061, que llegaron rápidamente a la prisión. Se intentó reanimar pero no se consiguió salvar la vida del hombre, que iba a salir en libertad el próximo agosto.
Pésame a la familia
Rebollo, que transmitió su pésame a la familia del fallecido, también aprovechó para mostrar su agradecimiento a todos los profesionales que intervinieron para tratar de reanimar al hombre.
Los familiares apuntaron que en los últimos días se había quejado de un dolor en el pecho y brazo izquierdo pero hasta que no estén los resultados de la autopsia no se podrá esclarecer las causas del fallecimiento.