Los trabajadores señalan que es conflictivo y que “vuelve loco a empleados y residentes”.
Tayeb Berkhache, el inmigrante argelino que se encaramó en dos ocasiones a la araucaria de la Plaza de España para protestar por su situación, es “una persona conflictiva y que amenaza la convivencia en el CETI”, según afirmaron en la jornada de ayer a este periódico trabajadores del centro. “Está volviendo loco tanto al personal de estas instalaciones como al resto de inmigrantes que allí viven”, señalaron a El Faro.
Los que tratan con él a diario lo tienen claro: “Si no fuera porque está en el CETI con su esposa y varios hijos, ya lo habría devuelto a su país de origen”. Además, apuntaron que “en ningún caso” ha tenido motivos para protestar y que lo único que busca es “chantajear” a la Delegación del Gobierno para que lo trasladen a la península junto a su familia.
“Llegó hace unos nueve meses con su esposa embaraza de gemelos y cuatro niños. La mujer estaba en un avanzado estado de gestación y al parecer uno de los niños había fallecido en su interior. Cuando dio a luz, su marido se volvió loco y empezó a acusar a los trabajadores de lo sucedido”, explicaron los profesionales del centro. “Hace pocas semanas su esposa volvió a quedar embarazada y no dudó en culpar a la dirección del CETI por no haberle dado métodos anticonceptivos. Vuelve loco a todo el mundo”, subrayaron.
Además, afirmaron que sus hijos “son los que están pagando el pato”, ya que “los tiene completamente aislados” y no deja que se relacionen con el resto de niños que hay en el CETI. “Los está volviendo esquizofrénicos poco a poco”, añadieron. Así pues, esperan que el argelino y su familia sean trasladados a la península en breve. “No lo soportan ni sus propios compatriotas. Es para que lo expulsen”, agregaron los empleados.
Dos veces en lo alto de la araucaria.
La última vez que este inmigrante subió a la araucaria de la Plaza de España fue el pasado 6 de enero. Su esposa afirmó a los medios que la causa de su enfado es que había sido expulsado una semana del centro “por defenderla de un borracho que había intentado agredirla en el comedor del centro”.
Los trabajadores del CETI aseguraron ayer que esta versión es “falsa” e insistieron en que se trata de una persona “muy conflictiva y que anda peleada con todo el mundo”.