Marruecos ha trasladado a España su malestar con la Unión Europea, según las informaciones a las que ha tenido acceso el diario El País tras las reuniones entre ministros españoles y sus homólogos marroquíes.
El vecino país no tendría ningún problema con España, pero sí con la comunidad económica europea, que, según su versión, está pagando tarde y mal los fondos destinados al control de los flujos migratorios.
Marruecos empieza a compararse con Turquía, otro país en el que Europa destina inversiones para luchar contra la inmigración ilegal. Según El País, Marruecos no entiende cómo Europa prima tanto las relaciones con países como el turco, que cuenta con partidas por encima de los 3.000 millones de euros tras la crisis de los refugiados sirios de hace dos veranos. Ahora, cerrada la ruta del este, cuando las cifras vuelven a señalar a España y Marruecos como principales protagonistas de la nueva principal ruta migratoria europea y los líderes políticos españoles alertan del peligro que esto conlleva, Marruecos traslada a España su descontento con una Europa que tardaría en pagar los no más de 30 millones de euros pactados.
El mensaje ha sido transmitido en los distintos encuentros que se han realizado en las últimas semanas entre políticos marroquíes y españoles; estos últimos han defendido al país vecino cuando han sido preguntados si la contención en los últimos meses, tras el salto masivo a la valla de Ceuta o el incremento de llegadas en patera a España, está siendo menor.
En algunos medios marroquíes se baraja la opción de que el país vecino esté negociando con Europa una nueva partida de 60 millones de euros para el control de la inmigración ilegal.
2. Por otro lado, la prensa del Majzén explica que Marruecos exige 60 millones de euros a la UE si quiere que frene la reciente ola de migración.
Chantaje ? No, colaboración !
— Ali Lmrabet (@Alilmrabet) 1 de agosto de 2018
Según El País, Juncker ha respondido a Pedro Sánchez en su solicitud de recursos para frenar la ola de la inmigración y el presidente de la Comisión Europea comparte la "sensación de urgencia", aunque ha recordado que "los recursos son limitados".