L OS MINISTERIOS de Educación y Sanidad ya han presentado a las Comunidades Autónomas los ejes principales de la vuelta al cole. Aún no sabemos como será la situación epidemiológica para cuando los alumnos regresen a las aulas, pero la prioridad debe ser mantenerlas seguras. Para ellos, las administraciones competentes plantean que se creen grupos burbuja, se mantenga el uso de las mascarillas y se reduzca la distancia de seguridad entre pupitres para poder colocar a más estudiantes por clase.
La vuelta al cole aún está lejana, pero es correcto que ya se empiece a trabajar en ello, indistintamente del escenario en el que se pueda producir. Si para después del verano la mayoría de la población ha sido vacunada y se ha alcanzado la inmunidad de grupo, las medidas podrían ser más laxas, pero ante la incertidumbre que genera la evolución de la pandemia lo aconsejable es ser cauteloso y poner sobre la mesa todas las medidas adecuadas para blindar las clases.
Los centros educativos no se han convertido en ningún momento en importantes focos de contagio, se ha cuidado la seguridad sanitaria y han demostrado que se puede seguir enseñando a los jóvenes sin poner en riesgo su salud. Ese debe ser el camino a seguir para el próximo curos, primando la salud de los estudiantes y docentes por encima de otras consideraciones.
En unos meses veremos si hemos logrado vencer a la pandemia de covid y como se desarrolla esa nueva normalidad tan esperada. Mientras tanto, debe primar la responsabilidad de los responsables políticos a la hora de tomar decisiones y de los ciudadanos a la hora de cumplir con las normas sanitarias, impuestas para proteger la salud de todos.