La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla condenó ayer a un individuo como autor de un delito contra la salud pública. Le han caído 3 años de cárcel y una multa de 160.000 euros.
El procesado reconoció en la vista que había escondido más de 50 kilogramos de hachís en su vehículo propio. El valor de la droga incautada alcanzaba los 85.000 euros. El hombre aceptó el acuerdo de conformidad al que su letrado y el fiscal del caso llegaron. En base a este trato se le rebajó la pena inicial de 4 años a la pena mínima de 3 años y 1 día, más el pago de la multa, con 40 días de responsabilidad penal subsidiaria en caso de impago de la multa.
Escondida en un doble fondo
Según se refleja en el escrito acusatorio de la Fiscalía, al que tuvo acceso El Faro, los hechos enjuiciados tuvieron lugar el 22 de diciembre de 2015, alrededor de las 10:00 horas, cuando el procesado trató de embarcar en un buque de Transmediterránea en dirección a Almería cargado con 135 paquetes de hachís listos para su venta con un nivel de pureza que llegaba a superar el 30%. La Guardia Civil encontró la droga tras un control rutinario a la hora de hacer el embarque de automóviles. Los más de 100 paquetes se encontraban escondidos en un doble fondo entre el asiento trasero y el depósito de combustible.