El informe 2004-2005 registra que el endeudamiento de la Ciudad ascendía a 51 millones de euros al final de ese período. La Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas acordó ayer por unanimidad instar al Gobierno de la ciudad autónoma de Melilla a que rinda sus cuentas en los plazos preceptivos y sin demoras injustificadas, así como a mejorar los mecanismos de contratación de las consejerías.
Tras la comparecencia, en el Congreso, del presidente del Tribunal de Cuentas, Manuel Núñez, se ha sometido a debate y votación la propuesta de resolución sobre el informe anual de Melilla en los ejercicios 2004 y 2005, en el que se destaca que la ciudad autónoma dio a conocer sus cuentas generales fuera de plazo.
Además, el informe 2004-2005 registra que el endeudamiento de Melilla ascendía a 51 millones de euros al final de ese período y evidencia que en materia de subvenciones está en duda el cumplimiento de los principios de publicidad y concurrencia.
En su intervención, el portavoz del PP ha señaló que el Gobierno de Melilla está realizando un inventario de bienes y cada año se intenta “mejorar la coordinación entre el servicio de contabilidad y patrimonio para poder actualizarlo”, tal y como recomendó el Tribunal de Cuentas.
Además, el portavoz popular se refirió, en su intervención a la amenaza por parte del PSOE de Melilla de llevar a los tribunales el procedimiento seguido por la Ciudad Autónoma para la adjudicación del proyecto de la primera fase de la Granja Agrícola.
Según el PSOE de Melilla, en el informe del Tribunal de Cuentas del ejercicio 2004-2005 se destaca que estas obras se proyectaron con siete contratos diferentes, lo que va en contra de la legislación.
El representante del PP en la Comisión negó que dichas aseveraciones consten en el Tribunal de Cuentas y atribuyó la amenaza socialista a que nos encontramos en período preelectoral.