El borrador advierte de que los actuales “sólo responden ante el Gobierno de Marruecos” · Sugiere que estén “educados en los valores constitucionales y respeten la libertad y el pluralismo”.
El Gobierno autonómico ya ha enviado a los grupos de la oposición el borrador del Pacto Social por la Libertad y la Igualdad en Melilla, una idea anunciada por el presidente Juan José Imbroda el pasado mes de mayo y que tiene por objeto dotar a la ciudad de estabilidad a largo plazo. En la jornada de ayer, El Faro tuvo acceso al texto preliminar de esta iniciativa, el cual está siendo estudiando por CpM, PSOE y PPL con el fin de comenzar a debatir su contenido durante los primeros compases del 2013.
El plan está compuesto por un total de siete “compromisos”, seis de ellos destinados a garantizar la igualdad cultural, religiosa, lingüística y social de los melillenses y uno para establecer las herramientas de seguimiento de este proyecto.
El segundo y el tercer eje de esta iniciativa están dedicados íntegramente a la religión, uno de ellos, el más extenso de todo el texto, trata de manera específica el islam y su organización “siguiendo criterios democráticos”. Según el borrador, se propone la creación de un Cuerpo de Imanes formados en los principios de la libertad, el pluralismo y la tolerancia, así como educados en los valores constitucionales españoles y “ajenos a la influencia o directrices de gobiernos o intereses de otros países”.
“El Estado no puede desentenderse de regular las funciones de aquéllos a los que se capacita para influir sobre las mentes de las personas. En Melilla, los servicios de los imanes son oficialmente requeridos por organizaciones españolas, pero al depender económicamente del Ministerio de Habus y Asuntos Islámicos de Marruecos, sólo responden ante el Gobierno de Rabat. Los imanes que ejercen en la ciudad autónoma están adscritos a un ministerio extranjero y dirigidos por instancias administrativas que no son españolas y de las que reciben instrucciones periódicas”, subraya el Pacto Social.
Por ello, el borrador propone la regularización de la formación y funciones de los imanes, que han de ser “responsables de sus actos ante la Administración española”. Asimismo, se sugiere que dicha normalización cuente con el mayor respaldo posible de las entidades religiosas islámicas legalmente reconocidas en la ciudad autónoma.
Matrimonios musulmanes
También en el compromiso sobre un islam regido por criterios democráticos se hace una amplia referencia a los matrimonios musulmanes entre melillenses. En concreto, se recomienda que estas uniones se celebren “al amparo de la legislación española y no a través de organismos radicados en países extranjeros”.
“Pese a la meridiana claridad de los textos legales vigentes, los melillenses musulmanes, a diferencia de sus correligionarios residentes en el resto de España, no disfrutan del derecho reconocido en la legislación española a que sus bodas religiosas tengan efectos civiles. Urge acabar con esta anomalía discriminatoria, pues resulta del todo insensato, además de injusto, que una pareja de musulmanes, por el hecho de residir en Melilla, tenga que oficiar su boda en la península o en Marruecos para que se le reconozca a su unión plenos efectos civiles”, apunta el borrador.
En este punto, el texto subraya que la “inaplicación” del Código Civil en este terreno obliga a los ciudadanos españoles a mantener “forzosamente” lazos y relaciones civiles con Marruecos, “que se jacta abiertamente de proclamar que los musulmanes de la ciudad autónoma son marroquíes”. Por ello, desde el punto de vista jurídico y ético, resulta “inadmisible” el sostenimiento de esta “desigualdad” entre ciudadanos melillenses respecto al ejercicio de la libertad de credo y práctica religiosa.
Además, se remarca que esta “alegalidad” tiene efecto perniciosos “especialmente graves” en los casos de mujeres que se hallan en proceso de separación o divorcio, “por no hablar de los delitos de bigamia, que se cometen aprovechando los vacíos legales”.
Por todos estos motivos, el pacto propone que la Ciudad Autónoma inste al Ministerio de Justicia a que articule los mecanismos necesarios para que, de forma global y normalizada, la población que así lo solicite, pueda acogerse a la inscripción en el registro Civil de los matrimonios celebrados por el rito coránico en territorio español. De igual forma, se sugiere habilitar personal cualificado y designado por las asociaciones religiosas legales para oficiar dichos matrimonios, así como facilitar los trámites administrativos necesarios para que los melillenses puedan acogerse a este derecho.
Rechazo del burka
El Plan Social del Ejecutivo autonómico también dedica un apartado a la igualdad de género, con el fin de que ésta sea en la ciudad autónoma “real y efectiva”. El proyecto considera que los melillenses deben aprender a extremar “la protección de la dignidad y la autodeterminación moral de las mujeres, así como abrir cauces eficaces para facilitar la denuncia y persecución de las agresiones, represalias y vejaciones que se produzcan contra las mujeres”. En la misma línea, el texto pide el rechazo de cualquier prenda de vestir “que invisibilice a este colectivo, como el burka y el niqab”.
“No es una casualidad que los países que disfrutan de mayor calidad democrática sean aquellos en los que la mujer ha alcanzado las mayores cotas de poder político, económico, social y cultural”, recalca el borrador del pacto social.
Correcto dominio de la lengua española para paliar las cifras de fracaso escolar.
El pluralismo cultural y lingüístico de la ciudad autónoma también tiene lugar en el Pacto Social del Ejecutivo local. El borrador entregado a los grupos de la oposición recalca que todos los melillenses deben dominar el español desde las edades más tempranas, aunque también defiende medidas de protección para el tamazight.
El sexto ‘compromiso’ de esta iniciativa señala que Melilla es, desde el punto de vista lingüístico, una ciudad hispano-amazight, al tiempo que reconoce las aportaciones realizadas en este terreno por las comunidades judía, hindú y romaní.
Según el texto, no todos los niños melillenses dominan correctamente el español. En concreto, afirma que algunos jóvenes inician su formación educativa “sin saber apenas una cuantas palabras en castellano”, lo cual supone la principal causa del fracaso escolar y una merma de oportunidades de promoción social. Por ello, se propone incentivar los programas de apoyo para personas, en edad escolar o no, con deficiente conocimiento del español.
En lo tocante al tamazight, resalta que es la lengua materna de casi la mitad de los melillenses, al tiempo que reconoce que su supervivencia “a lo largo de miles de años” puede considerarse como “un milagro”.
“La ausencia de una presencia institucional y oficial, de recursos de reproducción de la lengua o de una red de asociaciones que puedan reforzar su uso, hacen que la supervivencia del tamazight sea bastante frágil”, subraya el pacto.
Por estas razones, se propone crear un plan integral para la salvaguarda de dicha cultura y lengua. “Sería la respuesta más adecuada a la necesidad de desarrollar unos mandatos estatutarios formulados hace ya 16 años y a los requerimientos de la UE para que los poderes públicos españoles cumplan sus obligaciones en relación con todas las lengua minoritarias”, subraya el documento.