La Fundación Monumental que preside José Vallés ha logrado mantener vivo durante casi dos lustros un Mercado Medieval que este año celebra su octava edición.
La mezcla de nuevos espectáculos con las propuestas más tradicionales y diversas ha logrado su mejor combinación en el afán por implicar en el evento a asociaciones y entidades culturales.
Cada vez son más los que se suman activamente y no sólo como espectadores a una actividad que se ha convertido en el acontecimiento estelar del mes de julio.
La ciudad viene mostrando desde el pasado viernes su faz más viva y divertida, exhibiendo con notable realce en el inmejorable marco de Melilla la Vieja, una convocatoria dirigida a todos los melillenses, sin excepción por razón de edad o cualquier otra circunstancia.
Hasta bien avanzada esta noche podremos seguir disfrutándolo. Acudir a vivirlo es una forma más de hacer ciudad, pero también es una oportunidad para hacerse con regalos, objetos y mercancías exóticas de todo tipo que luego no resultan nada fáciles de encontrar.
Esta edición ya no tiene nada que ver con aquella primera del año 2004. Ha crecido, ha mejorado y ha integrado tantos y variados espectáculos que su oferta no se restringe a un mero paseo por tenderetes diversos. En su inigualable marco de Melilla la vieja recrea un completo parque temático del mundo medieval.