El Melilla Baloncesto no jugó ayer su mejor encuentro y acabó perdiendo ante el Amics Castelló por 70-76, pese a unos instantes finales donde la emoción y el aliento del público pudo obrar el milagro, aunque no era el día.
Desde prácticamente el inicio del encuentro la cosa ya parecía ponerse complicada para los de Alejandro Alcoba y ello, pese a que la primera canasta que inauguró el electrónico fue de Edwards.
Los melillense cometieron muchas pérdidas de balón y además tenía el día aciego en lo que a tiros se refiere, especialmente en tiros de tres, fórmula que utilizadon en mucha parte del juego para tratar de romper la defensa el zona del rival.
Alcoba pidió su primer tiempo muerto cuando el electrónico marcaba un 17-33 para los castellonenses y a 1’30 para el final del primer cuarto.
El Melilla se forzó en defensa durante este periodo y prueba de ello eran las cinco falta que tenía el equipo local por tan sólo dos de los visitantes.
Una canasta de Garrett en los instantes finales ponía el 17-25 definitivo con el que acabó este primer cuarto.
El segundo se iniciaba prácticamente igual que el primero, con una canasta inicial de Edwars, con otra seguida de Asier que servía para reducir las distancias a una canasta de 3 (21-24). Pero fue sólo un espejismo, porque Amisc no estaba por la labor y con tres canastas seguidas se fueron a 21-31, la máxima diferencia cuando faltaban 6 minutos para el final de esta segundo cuarto.
Ello obligó al entrenador del conjunto melillense a pedir su primer tiempo muerto para tratar de parar el acierto anotador del equipo rival y sobre todo, para ordenar a su equipo. En un principio, la charla de Alcoba parece que surtió efecto, porque el Melilla recordó distancias y se colocó de nuevo a tiro de un triple 30-33, cuando faltaban 2’ para el final del cuarto.
Pero de nuevo apareció la figura de Garret, que frenó en seco la ascensión de los melillenses con un triple (30-36).
Una buena defensa de Edwards permitió a Gatell anotar para dejar la distancia con los visitantes a sólo cuatro puntos. Ésta podría haber sido de un solo punto si el triple que tiró Gatell ya casi cuando sonaba la bocina no se hubiera salido después de dar varias vueltas en el aro.
Segundo tiempo
Tras el descanso, las cosas no mejoraron, pese a que el Melilla puso más intensidad en la defensa. De hecho, las tres primeras acciones fueron sendas faltas personales de los locales, una de ellas antideportiva para Gatell, que sin embargo no se vieron reflejadas en el marcador.
Fue Amisc, a través de su jugador Rodríguez, el que inauguró el marcador en este tercer cuarto, y ello después de haberse disputado dos minutos sin que uno y otro equipo anotara.
En este periodo, a diferencia de lo que viene ocurriendo en otros choques, no fue el peor de los locales. Hubo un tira y afloja entre uno y otro equipo, que el Melilla, a falta de 5,30 para el final del cuarto rebajó de nuevo hasta los tres puntos, con un 37-40.
Y de nuevo, allí se quedó el acercamiento, porque de nuevo los de Castellón lograon marcharse en el marcador no tanto por méritos propios sino por los numerosos fallos y pérdidas de balon de los locales.
Tras dos triples de uno y otro equipo, más una canasta de 2, los de Castellón alcanzaron su máxima diferencia del encuentro, doce puntos (42-54) a falta de 1’45.
No era el día de los melillenses y ello quedó patente cuando Sonseca, en una jugada donde recogió hasta tres rebotes fue incapaz de anotar. Al final, un 45-56 cerró el tercer cuarto.
El último cuarto fue más de lo mismo. Un Melilla que intentaba por todos los medios reducir distancias, pero que volvía a caer en los mismos errores, pérdidas de balon y muy mala puntería de cara al aro visitante.
Los de Castellón estaban cómodos con ese colchón de 10 puntos (49-59) que los melillenses no conseguía rebajar, pese a su intensidad defensiva.
Gatell fue eliminado por faltas personales a cuando quedaban 5,37 para el final y con electrónico en un 53-63 para el Amisc.
El Melilla no bajó los brazos y siguió intentándolo, pero enfrente tenía un equipo que también sabía defender y que, desde luego, estaba más acertado en el tiro.
Amisc, con su defensa en zona, que prácticamente no abandonó en todo el encuentro, logró mantener las distancias. Sólo en la parte final, con un Melilla volcado y muchos de los jugadores pidiendo el apoyo del público, los de Alejandro Alcoba recortaron y se pusieron a falta de dos puntos, aunque nunca dieron la sensación de que pudieran ganar. Al final, el 70-76 que supone la primera derrota de los melillenses en casa.
Estadísticas
El mejor del encuentro fue Suka, que anotó 17 puntos. Por el Amics, Rodríguez hizo 13.
En cuanto a tiros libres, el Melilla lo intentó en 24 ocasiones, pero sólo lo logró en 8. El rival hizo 7 de 20.
En pérdidas de balón, la asignatura pendiente del Melilla, cometió 16 por 15 del rival. Unos números muy igualados.