El Gobierno melillense podrá en marcha la rehabilitación y reparación de la actual residencia de estudiantes pero ya ha anunciado que congelará el proyecto que pretendía llevar a cabo el anterior Ejecutivo local por entender que éste era "un disparate", según palabras del presidente, Juan José Imbroda. En rueda de prensa, apuntó que lo que se pretendía hacer era "una barbaridad" teniéndose en cuenta que solo se trataba del "cambio energético" por 1,6 millones de euros.
Aparte, explicó Imbroda, tenía que hacerse la obra de rehabilitación, cuya cuantía no se conoció. "Hubiésemos estado sin la residencia tres años. Así que esa barbaridad se congela y entonces lo que vamos a hacer son reparaciones, planta por planta, pero con la gente viviendo allí", precisó.
La idea es ir haciendo el trabajo de dos en dos habitaciones "como si fuera una casa". "Lo que vamos a hacer es lo que haría cualquier persona en su casa y esté viviendo allí", explicó porque, según dijo, "no podemos echar a la calle a más de setenta inquilinos, huéspedes de la residencia, y una plantilla que lleva muchos años trabajando ahí". "Así que en eso no se va a tardar", precisó.
El pasado mes de diciembre, además, el Pleno de la Asamblea prorrogó el contrato de explotación de la residencia hasta mediados de este año 2024 a la empresa Ostemel. Previamente hubo una importante polémica acerca del futuro de la plantilla de trabajadores que con el nuevo giro que le ha dado el Gobierno a la situación, no corre peligro.
En cuanto a la construcción de una segunda residencia de estudiantes en la ciudad, Imbroda apuntó que se sigue avanzando aunque hay que ir cumpliendo los pasos administrativos previos al inicio de la ejecución de lo que es la obra en sí. En su opinión, todos esos pasos estarán resuelto en un plazo de un año. "Esperemos que para finales de año esté adjudicada la obra".