El Consejo de Ministros aprobó ayer continuar por vía judicial el procedimiento de extradición a Marruecos del presunto yihadista Mohamed Said Mohamed por un supuesto delito de pertenencia a organización terrorista, en concreto la denominada Estado Islámico.
egún informa el Ministerio de Justicia, se le reclama por ser el presunto líder de una célula del citado grupo terrorista que actuaba en Melilla y en la región marroquí de Nador. En concreto se le acusa de llevar a cabo labores de captación, reclutamiento y envío de voluntarios a Siria e Irak para la yihad e igualmente se le atribuye haber recaudado fondos para financiar los viajes de los miembros reclutados a los campos de entrenamiento.
Mohamed Said, que se encuentra en prisión provisional desde el pasado 28 de septiembre, tiene nacionalidad española aunque es marroquí de origen, según la misma fuente. Conforme al convenio de extradición no sería posible la entrega, pero la Ley de Extradición Pasiva de 1985 condiciona la posibilidad de entregar nacionales a otro país a que dicha nacionalidad no hubiera sido adquirida con el propósito fraudulento de hacer imposible una extradición.
Ante esta situación, el Ejecutivo ha considerado procedente que la Audiencia Nacional, como órgano judicial encargado de apreciar la cualidad nacional, evalúe si existió ese ánimo fraudulento en el reclamado.
En cualquier caso, Mohamed Said ya tiene un proceso penal abierto en la Audiencia Nacional por delito de terrorismo, por lo que de prosperar la extradición solicitada por Marruecos no podría hacerse efectiva la entrega en tanto no hubiera cumplido con las responsabilidades penales pendientes en España.
26 de septiembre
Mohamed Said fue arrestado el pasado 26 de septiembre. Está considerado como el jefe de la célula que fue desarticulada ese día. Además, es hermano de un ex soldado del Regimiento de Ingenieros 8 de Melilla, que permaneció en el Ejército entre 2007 y 2010. Los investigadores policíales consideran que Mohamed Said se valía de la experiencia de su hermano, que era experto en el manejo de armas y explosivos. De hecho, éste, al parecer, se encuentra actualmente combatiendo con el grupo Estado Islámico en la zona de Siria e Irak, según informó en su día en Ministerio del Interior. El hermano de Mohamed Said no pidió la ampliación de su contrato en el Ejército en 2010 y dos años más tarde ya se había unido a la organización Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Muyao).
Arrestos en Melilla y Nador
El día en el que fue desarticulada la célula de captación, además de Mohamed Said los agentes de la Policía Nacional y de la Policía marroquí detuvieron a otros siete sospechosos. Las arrestos tuvieron lugar en Melilla y Nador. Además, los detenidos estaban vinculados con otras redes desmanteladas en el país vecino el año pasado. Según indicó el Ministerio del Interior marroquí a través de un comunicado, las investigaciones demostraban que los detenidos, supuestamente liderados por un español de Melilla, tenían relación con dos células desmanteladas en 2013 también en Nador y que se autodenominaban ‘Tawhid’ (Monoteísmo) y ‘Muahidin’ (Monoteístas). La misma fuente aseguró que los detenidos se coordinaban con la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), activa en el norte de Mali.
El Ministerio del Interior agregó por su parte que los miembros de la célula desmantelada tenían antecedentes penales por robo con violencia, contrabando y tráfico de vehículos robados con el objetivo de financiar la incorporación de sus miembros a la yihad.
Dos operaciones más con unos meses antes
Unos meses antes del arresto de Mohamed Said, en marzo, otra operación conjunta y simultánea hispano-marroquí, similar a la del 26 de septiembre, permitió detener a siete yihadistas residentes en España y Marruecos, que estaban dirigidos por el español Mustafa Maya Amaya también desde Melilla.
A principios de año, en enero, Marruecos desmanteló otra célula de veinte personas activa en varias ciudades del norte del país y que estaba dirigida por un hispanomarroquí, ex militar del Ejército español y establecido en la ciudad de Nador para captar a simpatizantes del yihadismo.
El pasado julio, el ministro del Interior marroquí, Mohamed Hasad, informó en el Parlamento del país vecino de que 1.122 marroquíes se habían trasladado a Siria e Irak para combatir en las filas de diversos grupos extremistas, una cifra que se eleva hasta casi 2.000 personas si se añaden los europeos de origen marroquí.