El periódico de Enrique Bohórquez informaba ayer, con varias semanas de retraso, de una curiosa campaña iniciada el pasado 16 de octubre por la publicación digital eldiario.es, dirigida por un conocido periodista pro Zapatero, contra El Faro de Melilla.
El motivo de la polémica, a la que ahora se suma el Diario Diagonal Global y la Asociación de Sin Papeles de Madrid, es uno de los titulares de la portada de nuestro periódico de ese día: “Orines y escupitajos ‘con ébola’, fuego y piedras desde lo alto de la valla”. Es un titular bastante parecido a “Inmigrantes que orinan sobre los guardias civiles les agreden con ganchos y les escupen sangre de sus heridas al grito de “ébola””. Éste último es de la edición del 18 de octubre del Melilla Hoy, que informaba de los mismos hechos que El Faro de Melilla, con la salvedad de que el periódico de Enrique Bohórquez lo hacía con dos días de retraso.
Al parecer, el motivo de la polémica del titular de El Faro está en la dificultad para entender el uso periodístico de las comillas. Los lectores de nuestro periódico no necesitan mayores explicaciones, saben que es tan sencillo como ver la diferencia entre la palabra cochinada y ‘chochinada’, aunque puedan significar lo mismo utilizadas para describir la reacción del editor del Melilla Hoy tras las informaciones publicadas por El Faro de Melilla sobre el campo de golf.
Es cada día más evidente que desgraciadamente queda poco en la gestión de ese diario del espíritu de su fundador, Ashok Jhamandas Lalchandani, un empresario de éxito que al mismo tiempo fue uno de los mayores benefactores de nuestra ciudad y una persona de una categoría humana irrepetible.
Los tiempos han cambiado. Al frente del Melilla Hoy está ahora alguien que señala con el dedo presuntas construcciones ilegales en áticos y calla sobre supuestas obras sin autorización ni licencia en instalaciones municipales. Critica algunos usos que se hacen de los impuestos municipales y no da ninguna explicación en su periódico sobre el presunto extravío de tasas municipales. Protesta contra las cargas impositivas que soportan los empresarios y no informa sobre supuestos fraudes en el cobro de pensiones de jubilación. Defiende a ultranza a la Guardia Civil, pero silencia investigaciones de los guardias civiles. Son asuntos sobre los que nunca aparecerá información en la página 16 del Melilla Hoy. Si miran qué había en ese espacio ayer, verán una ridícula noticia dedicada a El Faro de Melilla con la intención de tratar de amedrentar a este periódico. Es tan evidente que Enrique Bohórquez no lo ha logrado como que lo va a seguir intentando, sin éxito, por supuesto.