Este pasado miércoles comenzaron los Juegos Olímpicos de París 2024. El acontecimiento deportivo más grande del planeta, tanto por la cantidad de personas a quienes involucra como por el seguimiento que obtiene. Probablemente sólo el Mundial de fútbol puede competir con las Olimpiadas en cuanto a relevancia.
Atletismo y natación, y también gimnasia, son quizás los dos deportes estrella de los JJOO, porque cada uno tiene muchas categorías diferentes para competir. Se trata de disciplinas que habitualmente no tienen tanto seguimiento, pero que, durante dos semanas, del 26 de julio al 11 de agosto, dan la oportunidad de lucimiento a atletas y deportistas que por lo general no tienen esa oportunidad. Hablamos de deportes como el piragüismo, el bádminton, el hockey, el waterpolo, el tae-kwon-do, la vela, el vóley-bol o el vóley playa.
El objetivo de España vuelve a ser superar las 22 medallas que consiguió en Barcelona 92, que sigue siendo la cumbre del deporte español gracias a un ambicioso plan que se creó a tal efecto. Hasta ahora, Fran Garrigós ha conseguido una medalla de bronce en judo, pero hay más expectativas.
Carolina Marín aspira a ganar en bádminton un oro en el que no pudo competir en Tokyo en 2021 y Rafa Nadal espera recuperar sensaciones y reverdecer laureles con Carlos Alcaraz como su pareja en tenis. Y en sus pistas fetiche: las de Roland Garros. De momento, ya ganaron el primer partido. Además, ambos juegan individuales y el murciano es a día de hoy otra clara opción de medalla. No en vano, viene de imponerse en el Grand Slam parisino. El piragüista Saúl Craviotto y la nadadora Mireia Belmonte también parten con opciones a priori.
Y luego están los equipos de fútbol, balonmano o baloncesto. En los tres deportes España fue campeona del mundo en algún momento y, mismamente, en categoría masculina, hace no tanto España estuvo de ganarle a los todopoderosos Estados Unidos dos finales de los Juegos Olímpicos (2008 y 2012). No son los mismos jugadores y empezaron perdiendo contra Australia en la primera jornada, pero siempre hay que confiar en un grupo que tantas alegrías ha dado durante los últimos años al país, con Sergio Scariolo al mando.
En cuanto a los melillenses, tampoco en esta edición de los Juegos Olímpicos participa ninguno. Ello debería suponer un acicate para que las autoridades locales pongan todo de su parte y proporcionen a los deportistas locales que despunten toda la ayuda que sea posible para colaborar en el empeño de que el nombre de Melilla suene en la máxima competición deportiva mundial. Una medalla sería un sueño, y los sueños conviene perseguirlos.
Mientras tanto, disfrutemos del espectáculo deportivo más grande del mundo.