El comité de empresa de Sureste Seguridad SLU en Melilla ha informado sobre el intento de homicidio que sufrió un vigilante de seguridad la tarde del pasado jueves 4 de abril con un atropello al entrar a actuar en una pelea de bandas en las puertas de Urgencias del Hospital Comarcal.
La empresa apunta que el trabajador sufrió la rotura de los huesos propios de la muñeca y el golpe le ha afectado a varias costillas, aunque ya está fuera de peligro y recuperándose de las lesiones. Desde el comité le desean una pronta recuperación y esperan que el peso de la justicia recaiga sobre el agresor en cuestión.
Desde Sureste recuerdan que, en los últimos tiempos, los trabajadores de seguridad que forman parte de la plantilla en el Hospital Comarcal de Melilla han sido objeto de agresiones por parte de "usuarios que llegan al centro con la intención premeditada de generar conflictos". Ante estas circunstancias, recalcan que "el servicio de seguridad ha actuado con valentía y profesionalidad, a pesar de que los recursos de protección proporcionados por la empresa son muy limitados".
Falta personal y no hay ni walkies ni EPI's
A la "evidente necesidad de aumentar el número de efectivos" durante las horas nocturnas y reforzar el horario de tarde –sólo tres vigilantes por la tarde y tres por la noche, que se quedan en dos a partir de las 3:00 horas–, hay que sumarle la falta de Equipos de Protección Individual (EPI's), "que brillan por su ausencia", hasta el punto de no contar siquiera con los radioteléfonos conocidos como walkie talkies para la comunicación interna entre diferentes puntos del servicio con el fin de solicitar ayuda, esenciales para el desempeño de este trabajo en recintos tan grandes.
En cualquier caso, desde el comité de empresa de Sureste Seguridad anotan que esta carencia no se sólo en el hospital, sino en muchos centros donde ejercen vigilantes de Sureste Seguridad, como La Purísima, el Baluarte o cualquiera de los recintos que cuenten con más de un vigilante por turno.
Este comité quiere hacer público que "escatimar en recursos de seguridad pone en peligro no solo a los vigilantes, sino a toda la ciudadanía y, por desgracia, se está convirtiendo en una constante tanto por parte de los clientes (Ingesa y Ciudad Autónoma) como por la empresa, que no repone los walkies por el coste de la instalación de una antena para su funcionamiento".
CUALQUIER PARTE TIENE RESPONSABILIDADES EN ESTE TEMA EN CONCRETO, MAS NADIE TOMA CARTAS PARA PREVENIR POSIBLES BRECHAS EN LA SEGURIDAD DE TODAS LAS PARTES...