Los responsables de la entidad celebran mañana el acto de la primera piedra de la obra, que hará Ferrovial en la calle Querol 44. El Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame) celebrará mañana por la tarde el acto de puesta de la primera piedra de lo que será su nueva sede en verano de 2014. El inicio de esta obra supone la consecución de una vieja aspiración de la entidad, pues desde su creación en 1932 el Icame no contaba con instalaciones propias. El decano de los abogados melillenses, Blas Jesús Imbroda, expresó ayer su satisfacción por el inicio de este proyecto. En declaraciones a El Faro, afirmó que desde que se hiciera cargo del Colegio de Abogados su objetivo siempre ha sido conseguir tener unas instalaciones propias. Por ello, se mostró ilusionado e impaciente por estrenar las nuevas instalaciones que estarán listas, en principio, para verano del próximo año.
Recordó que inicialmente la sede del Icame estaba en los juzgados melillenses hasta que en los años 90 se alquiló la vivienda en Cándido Lobera, actual ubicación de este colegio profesional. En esa época únicamente había una veintena de letrados colegiados, pero en pocos años la afiliación ha crecido exponencialmente y hoy día son casi 300.
Las instalaciones actuales se han quedado pequeñas, reconoció Imbroda, pero no solamente por el número de colegiados sino por la intensa y variada actividad que el Icame mantiene a lo largo de todo el año. Su programa de conferencias, charlas, jornadas, cursos y otras actividades necesita de un espacio adecuado para su desarrollo que sea la referencia del gremio en Melilla.
Por otra parte, la actividad propia del Colegio de Abogados de Melilla requiere también de un espacio adecuado de trabajo para los letrados responsables del desarrollo y gestión de la entidad.
Se creó una comisión específica para la construcción de la nueva sede. Ese grupo de trabajo se ha encargado del estudio de diversos proyectos y la adjudicación de la obra. Será finalmente la empresa Ferrovial la encargada de levantar en el número 44 de la calle Querol la nueva sede del Icame.
Las exigencias eran muchas, pues el Colegio de Abogados necesita de unas instalaciones dignas, dada la importancia del servicio que presta a la sociedad melillense. Así, el nuevo Colegio de Abogados de Melilla contará con una amplia recepción en la que se ubicarán las dependencias de atención al público y el área de Administración.
También habrá una sala de juntas y salón de actos, que acogerá muchas de las actividades que el Icame organiza a lo largo del año. Habrá un espacio dedicado exclusivamente a la biblioteca y varios despachos y salas de reuniones para que las diversas comisiones internas del Colegio puedan trabajar en los asuntos relacionados al funcionamiento de la entidad. En estas nuevas instalaciones, los ciudadanos que lo necesiten podrán recurrir al servicio de turno de oficio que ofrece el Colegio de Abogados de Melilla para aquellas personas que no pueden sufragarse un abogado particular.
El arquitecto melillense Karim El Hammouti ha sido el encargado de realizar el proyecto, ajustándose a las necesidades del Icame. La nueva sede tiene una ubicación muy céntrica y su fachada está diseñada acorde con los edificios de la zona y dentro del estilo de muchos inmuebles de Melilla, caracterizados por el Modernismo de Enrique Nieto, pero en el siglo XXI.
Éste es el objetivo que busca el decano de los abogados melillenses, conseguir que el Icame tenga su propia sede y que ésta ofrezca un servicio digno a la ciudadanía en unas instalaciones del siglo XXI.