Medio centenar de melillenses en quince todoterreno recorrió los desconocidos rincones de la región rifeña. Medio centenar de socios del Club Scorpio han finalizado con éxito una de sus apasionantes aventuras que, esta vez, les ha llevado al mismísimo corazón del Rif. La expedición, formada por 52 personas en quince vehículos todoterreno, recorrió la región rifeña el pasado mes de junio, pasando por ciudades como Alhucemas, Beni Boufrah, Targuist, Llano Amarillo e Issaguen donde se hospedaron en el Hotel Tidighine. La región del Rif es una gran desconocida para muchos, pero que guarda en sus entrañas hermosos paisajes de montañas y bosques, donde los socios pudieron disfrutar de la naturaleza en su estado puro.
Cedros, abetos rifeños, alcornoques, nogales, encinas, cipreses y gran variedad de pinos aguardaban ser fotografiados, así como la gran gama de matorrales rifeños con variedades desde las coscojas, araales y lentiscos hasta las retamas, gramas, carrizos, mirtos y mostajos.
Con esta excursión, el Club Scorpio considera que han roto una leyenda muy extendida en la cual se hacía entender que la zona del profundo Rif era “peligroda” a causa de las plantaciones de quif (hachís) que abundan en esta región. Según relataron los participantes en esta excursión, efectivamente, “en los dos días que transcurrió las visitas a las zonas más recónditas y profundas del macizo del gran Rif se podían distinguir entre los inmensos bosques y valles las plantaciones de quif entre las que los agricultores realizaban sus faenas”. Desde la asociación más aventurera de Melilla quisieron aclarar que “en ningún momento los lugareños intentaron ofrecernos sus productos. Al contrario nos saludaban amistosamente desde la lejanía”.
Cuando la comitiva llegó por fin a su lugar de alojamiento fueron recibidos por un grupo folclórico de la zona y un exquisito té a la menta. Al día siguiente, tras el desayuno la expedición volvió a partir con sus vehículos para recorrer la zona del monte Tidighine (2.452 metros de altura) donde sólo pudieron llegar hasta los 1.850 metros, ya que la pista de montaña se encontraba cortada. Tras cinco horas al volante, la comitiva regresó al hotel para disfrutar de unas suculentas paellas y un merecido baño en la piscina.
Por la noche y después de una buena cena, el presidente de la Comuna Rural de Moulay Ahmed Chrif, El Hammoudani Abderraman, dirigió unas cálidas y emocionantes palabras a los participantes de la ruta e invitándolos a volver siempre que lo deseen. En respuesta a las referidas palabras el presidente del Club Scorpio de Aventuras, Gregorio Hernández, agradeció las constantes atenciones prestadas a todos los participantes durante el fin de semana.
Al día siguiente, la expedición inició el camino de vuelta a Melilla, haciendo una parada en Alhucemas para comer una buena fritada con los ricos pescados del restaurante del puerto.
Por último, los integrantes del Club Scorpio quisieron dar las gracias a uno de sus directivos Alí Boufruri por la excelente organización de la ruta que finalizó con éxito.