Francisco José Faus García es un policía local de 49 años. Aunque nacido en Bilbao, lleva a Melilla por los 4 costados.
En la actualidad, dirige el Club Ágora de Gimnasia Rítmica, un deporte que lleva por bandera, ya que su hijo, Leo Faus, es gran promesa nacional.
-¿Cómo llega a la presidencia del Club Ágora?
-Llegué a la presidencia del Club Ágora una mañana de agosto de 2023, después de que mi hijo me dijera que dejaba la gimnasia rítmica debido a una situación insostenible en su club.
¿Qué no haría un padre por su hijo? Siendo un enamorado de este deporte y un deportista con grandes logros a nivel nacional para esta ciudad, decidí montar un club de gimnasia rítmica en menos de una semana. Así fue como terminé formando parte de este maravilloso mundo de la rítmica.
-¿Cuál es la labor que desempeña?
-Mi labor en el Club es la dirección. Junto con la secretaria, nos encargamos de la logística, los actos administrativos y otros aspectos. Por otro lado, también aporto parte del sustento económico en estos inicios. De todo lo demás, como los entrenamientos y la organización de grupos, se encarga mi gran equipo técnico, que actualmente está compuesto por cuatro entrenadoras y una preparadora técnica.
-¿A qué retos se enfrenta el mundo de la gimnasia en Melilla?
-Desde el Club, nos enfrentamos al reto de dedicarnos plenamente al deporte base. Tratamos de ofrecer a los y las gimnastas, desde sus inicios, una preparación que les permita competir al gran nivel que existe en la península. Además, buscamos potenciar la competición nacional con el objetivo de obtener buenos resultados.
Como nuevo objetivo para 2025, queremos organizar el primer torneo del Club Ágora de gimnasia rítmica, esperando que la asistencia de clubes en Melilla sea abundante, si Dios quiere.
-¿Es complicado compaginar su cargo con su vida personal y su profesión?
-Bueno, es complicado, pero con organización y el apoyo de la directiva y del equipo técnico, la verdad es que todo se hace más sencillo. Saber que puedo contar con ellos es una gran red de seguridad.
-¿Cómo se describiría a nivel personal?
-Me considero una persona sencilla. No tengo grandes pretensiones en la vida a día de hoy; creo que no me falta nada. Intento ayudar en todo lo que puedo y en todos los aspectos. Creo que esa es la clave de la vida.
-Padre de la promesa Leo Faus, ¿qué sintió cuando su hijo le dijo que quería dedicarse a ese mundo?
-Lo primero que pensé fue ¿Dónde lo meto en Melilla para que haga gimnasia rítmica? Busqué y contacté con la Federación de Melilla, pero en ese momento no aceptaban chicos. A través de una amiga de la familia, nos enteramos del Club Ágora, que hoy presido. Allí empezó, y en su primer festival puedo decirte que sentí una gran felicidad al verlo tan feliz.
Ahora que está en Benicarló mejorando en su deporte, me siento muy orgulloso de él.
-Ha sido testigo de la catástrofe de la DANA. ¿Qué lección se puede aprender de la respuesta de la gente?
-Fui testigo directo de esas mareas de personas cruzando puentes y calles, con palas y escobas a la espalda. La lección que podemos aprender es que el ser humano es más fantástico de lo que pensamos. En la adversidad, lo único que no ha fallado ha sido la respuesta civil: Trabajar codo con codo, sin importar color, pensamiento o ideología; con la única intención de ayudar.
Sobre todo, quiero destacar la grandeza de la juventud, que no dudó ni un segundo en estar al lado de quienes lo necesitaban.
-Si tuviera que explicar a un melillense lo que supone su actividad para la ciudad, ¿qué le diría?
-Le diría que dirijo un club de gimnasia rítmica donde niños y niñas pueden desarrollarse como futuros gimnastas o, simplemente, realizar una actividad física que les gusta. Intentamos, a través del deporte, inculcarles unos valores que sabemos que les serán útiles en el camino de sus vidas.
-Cuénteme una anécdota divertida en el club.
-Yo destacaría el conjunto de padres y madres que formamos para el festival de fin de curso. Esos entrenamientos fueron fantásticos; las niñas y niños los disfrutaron mucho y los "papis y mamis" realizaron un gran ejercicio sin vergüenza alguna.
-Destaque algo positivo de su actividad.
-La felicidad de mis niñas y niños. Esa es la mejor recompensa.
-¿Y algo negativo?
-Las personas indeseables que me he ido encontrando en este deporte, pero procuro que no me afecten en mi camino.
-Una expresión melillense.
-"Vamos a entanarnos."
-Un rincón de Melilla.
-La playa, en cualquier época del año.
-¿Cuál es su filosofía de vida?
-Vivir mi vida siguiendo mi camino e intentar no hacer daño a nadie. Intento ayudar a quien lo necesite y transmitir a mis hijos buenos valores.
-Un lugar de ensueño para viajar.
-Nueva York. Es un viaje que tuvimos que posponer.
-¿Viajaría al futuro?
-Que va, no me interesa saber nada del futuro. Prefiero vivir el presente, poquito a poco.
-¿Cuál sería la época histórica a la que viajaría?
-A la Edad Media.
-Mi tiempo libre lo dedico a…
-El poquito que me queda lo dedico a la familia, al gimnasio y a un poco de boxeo en el Club Spartan Gym.
-¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
-Un vaquero.
-¿Tiene miedo a algo?
-Sí, a que le pase algo a mis hijos y más ahora que Leo está tan lejos.