La Fundación Melilla Ciudad Monumental financia este programa con una inversión de 3.000€. La antropóloga Sonia Gámez, que dirige el proyecto, ya prepara una segunda edición para 2015.
“No somos andaluces ni somos rifeños. Somos melillenses”, afirma Busián Mohamed, uno de los melillenses de confesión musulmana que ha participado en el estreno del Banco de la Memoria de Melilla. El presidente de la Fundación Melilla Ciudad Monumental, José Valles, y la antropóloga melillense Sonia Gámez, que se ha encargado de la realización del proyecto, presentaron ayer la primera entrega del Banco de la Memoria. Se trata de diez entrevistas a melillenses de las diferentes comunidades religiosas y culturales de la ciudad que exponen ante las cámaras su experiencia vital.
Cómo ha cambiado Melilla en los últimos años, cómo fue su infancia, cómo se relacionaban y se relacionan con personas de otras religiones en Melilla y qué es lo bueno y lo malo de la ciudad son algunas de las preguntas que han contestado hombres y mujeres, entre los que se encontraban los representantes de la Comunidad Hindú y Judía, Ramesh Ramchand y Yamín Bittán.
Algunas entrevistas no han sido fáciles de hacer, destacó Gámez. Hay que tener en cuenta que se trata de exponer en público y ante una cámara recuerdos y experiencias muy personales, destacó la antropóloga. La tarea más difícil fue encontrar a dos personas, hombre y mujer, de confesión musulmana que se prestaran voluntarios en este proyecto. Las entrevistas comenzaron a hacerse en enero de este año y a los pocos meses ya estaban terminadas. Según explicó el presidente de la Fundación, este proyecto iba a incluir únicamente entrevistas a mujeres, desde una perspectiva de género, pero después se amplió a los hombres.
Todo el material audiovisual de este proyecto del Banco de la Memoria se entregará en los próximos días a los responsables del Archivo General de Melilla para que estén a disposición de los investigadores. Vallés explicó que este proyecto trata de crear una base de datos que muestre la memoria viva de Melilla y sirva de herramienta para los investigadores en sus proyectos científicos.
El coste de este proyecto ha sido de 3.000 euros y se enmarca en el Plan Anual de Actuaciones de la Fundación. Para el próximo 2015, Vallés adelantó que se reservará una partida similar para dar continuidad y enriquecer el Banco de la Memoria. “Se entrevistará a 10 personas, pero el hilo conductor y el formato de las entrevistas será diferente”, apuntó Vallés.