Los facultativos supuestamente querían falsear el resultado de un test de alcoholemia.
Ayer comenzó en la Audiencia Provincial de Melilla el juicio a dos médicos del Hospital Comarcal acusados de falsedad documental por supuestamente haber manipulado unas muestras de sangre relacionadas con un control de alcoholemia.
Los hechos tuvieron lugar en marzo de 2011, cuando la Policía Local efectuó a Fernando R. un control de alcoholemia. Según fuentes policiales consultadas por El Faro, la prueba realizada dio positivo por “más de 0,70 miligramos de alcohol por aire respirado”.
Para que esta infracción tenga carácter penal, se requiere que se superen los 0,60 miligramos por aire respirado. En el supuesto de que se superen los 0,25 miligramos, el caso se queda en una mera sanción administrativa.
Fernando R. solicitó que se le realizase un contraanálisis en el Hospital Comarcal, adonde fue trasladado por los agentes de la Policía Local.
Según los testimonios presentados ayer en la Audiencia Provincial, Fernando R. supuestamente avisó de camino a su hermano, Francisco R., quien es médico en ese centro sanitario.
Una vez en el hospital, de acuerdo con la declaración de una testigo, el médico intentó solicitarle que cambiara la muestra de sangre a analizar para exculpar a su hermano. Ésta hizo caso omiso de la sugerencia.
Poco después, otro médico, de nombre Mustafá, solicitó que se le extrajera sangre para hacerse una analítica. Esto ocurrió antes de que la Policía Local llegara con Fernando R. Después, el contraanálisis realizado dio negativo.
Pruebas de ADN
Según peritos que ayer comparecieron mediante videoconferencia, las pruebas de ADN demuestran que la sangre del tubo de ensayo con el nombre de Fernando R. pertenece en realidad a Mustafá, el médico que había solicitado justo antes que se le extrajera sangre para someterse a una analítica.
El juicio continuará el próximo 25 de este mes, cuando declarará una médico, que es la única persona pendiente de prestar testimonio en este proceso.
Los doctores Francisco R. y Mustafá están acusados de un delito de falsedad documental. Tras la declaración de la último testigo del caso, la Audiencia Provincial decidirá si son culpables.