Me llamo Nora y soy de Melilla. ¡Estoy muy feliz! Porque después de 31 días fuera de casa he vuelto con mi familia.
Estuve hospitalizada por neumonía y por coronavirus –dos semanas en el hospital y dos semanas en la residencia, aislada–.
No pensaba contar mi historia porque no me gusta contar mi vida en las redes sociales ni en medios públicos, pero pensé que igual servía de apoyo a otros enfermos.
Fui haciendo un diario, por aburrimiento básicamente y para pasarlo a mis allegados. Me dije, pues, si sirve mi experiencia para algo, la publicaré.
Martes 7 de abril
Llaman a mi puerta a las 08:30 horas. Yo, medio dormida y mareada me pongo la mascarilla, abro y me preguntan: “Buenos días, ¿Que vas a tomar leche, café, cola cao? Se te ve cansada”.
Y yo: “Claro, estaba dormida profundamente” (jajaja). Normalmente, en el hospital es temprano, pero a las 09:00 y aquí, estos días, 09:30 -10:00. Pero este turno estaba fuerte (jajaja).
Sigo escribiendo el diario y me dispongo hacer una lista de cosas que me gustaría hacer cuando salga. Mi amiga Elena, anoche, me dio las buenas noches con una foto de una mujer con un vestido de princesa. ¡Qué bonito! (jaja). Entonces me acordé de algo...
Empiezo mi lista de cosas que haré cuando acabe el confinamiento. Aconsejo a todo el mundo hacer una y más ahora, en el confinamiento:
1.- Hacer un viaje con mi familia a Eurodinsney. Creo que a mis hijos le gustará y a mí más (jajajaja).
2.- Salir con todos mis amigos a comer (jajaja) y pasar tiempo juntos.
3.- Hacerme un reportaje de fotos con vestidos de princesa. Hace unos meses lo estuve mirando (jaja).
Nadia,¿te acuerdas que te mandé a una tienda en Bélgica, hicimos videollamada, y yo eligiendo vestidos? (Jajaja).
Y tú, Sumi, buscándome fotógrafos y lugares (jaja). Cómo os quiero. Me hacéis caso a todas las movidas caprichosas que se me pasan por la cabeza (jaja).
4.- Apuntarme al gym (jajaja). Siempre pago y voy dos días. Soy la cliente perfecta (jaja).
5.- Ser la protagonista de un videoclip con Shakira y Anuer (jajajaja). Bueno, eso lo veo más difícil, pero creo que Shakira podría ser mi hija que canta genial y encima en inglés, aunque a ella le gusta Billie Eilish. Y Anuer, mi hijo, (jaja). Lo clava, no sé cómo transforma su voz a adulto. Y Sheima, mi vecina, lo edita. Es una máquina haciendo videos, junto con mi hija, que también sabe editar. Bueno creo que también esto lo puedo conseguir a lo casero (jajaja).
6.- Ir a un programa de la Sexta Noche –me encantan los debates de actualidad–, de espectadora o de tertuliana, da igual (jajaja). ¡Ah! No, que es Madrid. Me lo pensaré...
Por ahora ya está de peticiones. Creo que tantos días mala se me está yendo la cabeza (jajajajaja).
Me llama la doctora y le digo que estoy bien. Sólo tengo una presión en el pecho leve y algo de mucosidad, me dice que bien, pero que habrá que esperar unos días más para repetirme la prueba (¡Jo! Bueno, no pasa nada. Positividad.
Hoy vino un señor mayor de vecino del balcón de al lado y, por supuesto, nos saludamos y charlamos algo. ¡Qué agradable! Me cuenta que también estuvo un tiempo como yo en el hospital. ¡Que alegría, ya mejoró!
¡Me trae un amigo chocolates!: Nutella, rufitos y chuches, otra alegría más (jajaja).
Me pongo a recoger mi cuarto, me agacho a cerrar unas bolsas de basura y comienza a dolerme mucho el pecho (¡jo!) estuve una hora con dolor y luego me dormí.
Miércoles 8 de abril
Me levanto, desayuno un poco...
Me llama la doctora. Me pregunta cómo pasé la noche y le cuento lo del dolor de pecho durante una hora y me dice que vendrá una ambulancia a llevarme al hospital a hacerme pruebas –¡No! No quiero ir al hospital, jo–. Total, que me dice que en media hora me recogen y le digo que si puede ser en una hora que me quiero duchar y arreglar el pelo y ella: “¿Eh?” (jajaja). Le digo es que me tengo que secar el pelo para no coger frío y ella: “¡Ah, vale, ok!”.
Me ducho, me seco el pelo y ya que me sobra tiempo me hago la plancha (jajaja). Iba a salir de paseo, ¡qué menos! Me quería pintar, pero no tenía nada, veo que tenía crema solar de color y vaselina para los labios. Algo es algo (jaja).
Viene la ambulancia a por mí, me llevan al hospital y me hacen un montón de pruebas: Radiografía, electro, analítica de sangre, me toman las constantes y el médico me ausculta. Por cierto, qué apuro. Me dice el médico que me tenía que mirar las piernas por si estaban hinchadas y yo: “¡Eh! Tres semanas sin depilarme! ¡Imaginaos! (jajaja). Y le dije: “Yo es que llevo tres semanas en el hospital”. Y me contesta: “Tranquila, mujer. Yo solo voy a tocar a ver si tienes algo” (jaja). ¡Qué apuro! Obviamente ellos son profesionales, pero una pasa vergüenza (jaja).
Total, que llevo desde las doce y media en el hospital y son las cuatro de la tarde y ha salido todo bien. ¡Qué guay! ¡Me alegro mucho! Sólo falta la analítica, pero estoy mareada, no me dieron nada de comer. ¡Qué crueles! (jajajaja). Bueno, mi madre me trajo agua sobre las tres. Algo es algo. Gracias, mami.
Viene el médico y me dice que la analítica genial. ¡Que ahora vendrá la ambulancia por mí!
Ya a las cuatro y cuarto me daba todo vueltas. Llevaba seis horas sin comer. Me levanto medio mareada y pego en el cristal que había y le digo a mi madre: “¡Mamá, no aguanto, que me mareo. Necesito comer! (jajaja). Y ella, como me conoce, se pone nerviosa e insiste que vuelvan a llamar a la ambulancia. ¡Al fin viene! Sobre las cinco menos diez.
A todo esto llamé a mi padre para que me preparasen comida, que me apetecía huevos con charmela –pisto–. Le dije que me hiciera tres (jajaja).
Cuando llegué a la residencia aún no había llegado la comida. Me tuve que tomar chocolate –me mareaba– (jaja) y llamé a mi compañera del balcón de al lado para decirle que todo me salió bien.
Vino la comida a las 17:05 horas y diez minutos más tarde ya no quedaba ni rastro de los tres huevos ni de la barrita que me trajeron (jajajaja). Waio, waio. Me puse las botas (jajaja).
Bueno, ya es de noche. Voy a ver una película y a dormir. Me levanto a las dos de la mañana con mucho dolor en el vientre –bueno, tranquilidad, sé que es que me tiene que bajar el periodo, sólo eso), pero he tenido dolor hasta las siete de la mañana sin dormir, aun habiéndome tomado paracetamol, pero como si tomase agua: cero efecto. ¡Qué mala noche! Estaba moribunda. Me va a matar la regla y no el coronavirus (jajaja, qué mal).
Jueves 9 de abril
Me levantan a las nueve. No había dormido nada. Sólo desayuno y tomo un trocito de tostada. Imaginaos lo mal que me sentía para no desayunar (jajaja). Así que tomo otro paracetamol y me duermo, me levanto ya sobre la una, mucho mejor, y mi madre a las dos me trae arroz con pollo y me lo como entero, junto a la comida que me traen aquí. ¡Me tengo que reponer! (Jaja).
Llamo a la señora T y me dice que le han dado el alta. ¡Qué alegría! Pero debe estar quince días en cuarentena y la llamará dos veces al día un médico, como a mí. ¡Enhorabuena, señora T!
Me llama el médico y le comento las pruebas que me hicieron en el hospita, que todo salió bien y que cuándo me harán las pruebas del coronavirus y me dice que hasta dentro de una semana. ¡No! Más tiempo de espera sin ver a mi familia y, sobre todo, a mis pequeños, bueno alhamdulilah –gracias a Dios–, lo importante es que estoy muy bien hoy.
Ya es por la tarde y están echando ‘La Cenicienta’ en película en Antena3. Qué guay. Me la veo entera. ¡Me encanta!
¡Un día menos! ¡Vamos!