La Policía Nacional ha detenido a un agente de la Policía Local de Torrejón de Ardoz (Madrid) que se encontraba fuera de servicio por matar de forma accidental a un hombre que le había robado el móvil, que falleció asfixiado cuando estaba siendo retenido.
Sobre las once y media de la noche de este martes el presunto ladrón le robó el teléfono al agente, que se encontraba con un compañero en el cruce de las calles de Pesquera y Calderas del municipio.
Aunque huyó a la carrera, el varón fue interceptado por el agente, que le retuvo en el suelo aplicándole una maniobra de sujeción por el cuello hasta la llegada de la Policía Nacional, que fue avisada por varios testigos del robo.
Durante la contención el hombre, de 35 años, murió asfixiado de forma accidental al ser estrangulado y entrar en parada cardiorrespiratoria que no pudo ser revertida a pesar de las labores de reanimación durante más de 30 minutos de un equipo de emergencias del Summa112.
Tras ser detenido el agente fue trasladado a dependencias de la Policía Nacional a la espera de pasar a disposición judicial.
I can't breathe
Aunque falta todavía que las investigaciones sobre lo ocurrido sigan su curso, este incidente recuerda desde la distancia al suceso racial que terminó con el fallecimiento de George Floyd, el 25 de mayo de 2020 en el vecindario de Powderhorn, en la ciudad estadounidense de Mineápolis, como resultado de un abuso policial. En pocos días, el hecho generó una oleada de indignación y protestas a lo largo del país en contra de la brutalidad policial, racismo, la xenofobia y los abusos hacia ciudadanos afroestadounidenses. Las protestas también se extendieron a otras ciudades del mundo.
Murió por asfixia provocada por el agente Derek Chauvin (declarado culpable de homicidio el día 20 de abril de 2021), quien tras esposarlo y ponerlo boca abajo, y con la ayuda de los agentes Thomas Lane y J. Alexander Kueng, lo presionó contra el pavimento con su rodilla apoyada sobre el cuello de George Floyd durante 8 minutos y 46 segundos. Floyd, mientras era detenido, repitió varias veces que no podía respirar. Mientras esto sucedía, el agente Tou Thao, también presente en la escena, se limitaba a observar y controlar a los presentes. El suceso fue grabado con los teléfonos móviles de los presentes y difundido en diversas redes sociales. Los cuatro agentes involucrados fueron despedidos al día siguiente.
En el arresto, Chauvín empleó una técnica descrita en los manuales instructivos de la policía de Minneapolis, y que estaba autorizada desde al menos ocho años antes.