La media española es del 10,8% y esta tasa se mantiene estancada desde el año 2005.
Melilla, junto con la ciudad vecina de Ceuta, es una de las regiones en las que la tasa de formación continua de los trabajadores ha disminuido con respecto a 2005, siguiendo así la tendencia nacional que permanece estancada, según los datos del Ministerio de Educación. Ambas ciudades autónomas tienen un porcentaje de trabajadores realizando formación continua del 11,3%, cuando en 2005 fue de 12,4 .
Según el Ministerio de Educación, la formación permanente en España deberá romper la tendencia al estancamiento si quiere llegar al 20% de la población laboral en el año 2020, después de llevar un lustro anclada en niveles inferiores al 11%.
El aprendizaje a lo largo de la vida ofrece a los ocupados la actualización y desarrollo de la formación para adaptarla a unas circunstancias económicas y sociales cambiantes; y a los desempleados, cualificación, reciclaje y mejora de conocimientos.
De media en 2005, el 10,5% de la ciudadanía española de entre 25 y 64 años participaba en educación formal o no formal en las cuatro semanas anteriores a las encuestas de población activa. La tasa se estabilizó en el 10,4% en los cuatro años siguientes y repuntó hasta el 10,8 % en 2010.
Las comunidades autónomas se mueven entre el nueve por ciento de Asturias y el trece porciento de Navarra y País Vasco, con descensos diversos desde 2005 en Cantabria, Castilla y León, Cataluña y Madrid, además de Ceuta y Melilla.
El Ministerio también destaca que la media española está por encima de la UE-27 (9,1% en 2010) y de la de Alemania (8%), pero alejada de la mayoría de países del norte como Dinamarca (32,8%), Suecia (24,5%), Finlandia (23%), Reino Unido (19,4%) y Países Bajos (17%).
No obstante, la Encuesta Europea de Educación Adulta de 2008 indicaba que el 35,7% de la población había participado en aprendizajes formales o no formales en los doce meses anteriores, principalmente en los no reglados vinculados al empleo.
El ‘Plan de Acción 2012-2014’ tiene la intención de alcanzar el 12% de la fuerza laboral en formación continua en ese período, como paso intermedio hasta el 20% en 2020. La UE se ha propuesto el 15% conjunto dentro de nueve años, después de ser incapaz de conseguir el objetivo del 12,5 por ciento en 2010.