El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, defendió la legitimidad del traslado de los jóvenes extutelados a las instalaciones deportivas de Altos del Real tras haber sido expulsados de la plaza de toros el pasado junio. "Cada uno tiene sus propios intereses y el nuestro es dar solución a los que nos encontramos", recalcó De Castro. Entiende que se puede pedir opinión, pero no es obligatorio acatarlas y subrayó que desde la Administración tenían que actuar con premura dado que había decenas de jóvenes que estuvieron tutelados por la Ciudad Autónoma que el pasado junio se quedaron en la calle de un día para otro tras ser expulsados de la plaza de toros. "No se puede dejar a nadie en la calle", expresó De Castro.
Por el momento, la Ciudad ofrece un techo a unos 80 extutelados y están pensando en dejar la manutención de estos en manos de ONG a las que les darían una subvención. Dado que las autoridades locales son las que se están haciendo cargo de la situación, De Castro señaló que varias consejerías han pedido una compensación económica al Gobierno al igual que se hace con los menores extranjeros.
Acerca de las chabolas que hay por distintos puntos de la ciudad, aseguró que es "inevitable" tenerlas porque se destruyen continuamente y vuelven a rehacerse. Resaltó que es un problema que no es de ahora, sino que viene de tiempo atrás y es tan fácil como acercarse a un contenedor, coger un cartón y hacerse la chabola, apuntó.
El presidente enfatizó que la acogida de Altos del Real es una situación temporal. Este colectivo está esperando a que desde la Policía Nacional les den la residencia que les permita irse de la ciudad. Sin embargo, encuentran numerosas dificultades al respecto y se ven estancados en la ciudad.