Coalición por Melilla (CpM) pidió ayer que las ayudas por la Ley de la Dependencia no se tengan en cuenta a la hora de calcular la cuantía del Ingreso Melillense de Integración (IMI), en relación con el caso del padre de un niño con autismo cuya historia publicó El Faro y que ha pasado de cobrar unos 687 euros a 235 debido a que también recibe una prestación del Imserso para su hijo. El diputado de la formación Hassan Mohatar aseguró que tienen constancia de que, al menos, hay tres casos.
El cepemista dijo no entender que sea incompatible recibir las dos ayudas al tiempo. Recalcó que la una debe ser complementaria de la otra puesto que las familias que reciben prestaciones de la Ley de Dependencia las reciben para sufragar los gastos extra para atender a los miembros que sufren alguna enfermedad. Por ello, pidió al consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que ponga remedio a estos casos.
El diputado recordó que estas ayudas son “vitales” para muchas familias y reducirles la cuantía del IMI, que se concede a personas desfavorecidas, supone dejarlas en una situación “bastante precaria”.
Mohatar hizo hincapié en que estos casos se están registrando tras el endurecimiento en febrero de los requisitos para la concesión de ayudas dependientes de la Consejería de Bienestar Social. El cepemista señaló que entienden que no debe ser una constante recurrir a estas prestaciones pero recalcó que hay que dárselas a las familias que por los avatares de la vida estén atravesando una situación complicada.
Este es vuestro abogado, leer y dejaros de historias borregueriles.....
Copiado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Boye#Detenc...
Gonzalo Boye Tusset (Viña del Mar, Chile, 3 de abril de 1965) es un empresario, abogado y exeditor1 de la revista Mongolia. En 1996 fue condenado por la Audiencia Nacional a 14 años de prisión por colaborar con la organización terrorista ETA en el secuestro del industrial Emiliano Revilla.2
Detención y condena
En 1992 fue detenido junto con otras tres personas más de nacionalidad chilena, como sospechoso de haber participado en los secuestros de Emiliano Revilla y Manuel Prado y Colón de Carvajal, ambos perpetrados por la banda terrorista ETA. Tanto Boye como el resto de los detenidos fueron acusados de pertenecer al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Finalmente fue declarado culpable de colaborar en el secuestro de Revilla, por el que en 1996 fue condenado a una pena de catorce años de prisión.
En prisión, se matriculó en la UNED y completó la licenciatura de Derecho.