Coalición por Melilla (CpM) ha acusado al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, de aplicar una política fiscal desequilibrada que favorece a grandes corporaciones externas mientras ignora las dificultades que atraviesan los pequeños empresarios locales. Así lo ha denunciado el diputado local Emilio Guerra, quien lamenta que la fiscalidad que se presenta como una oportunidad para atraer inversión no esté sirviendo para aliviar la grave crisis económica que sufre el tejido comercial melillense.
Guerra ha criticado duramente el uso “discriminatorio” del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Melilla, asegurando que “no ha servido para paliar la enorme depresión económica que vive la ciudad”. A su juicio, el Ejecutivo local utiliza esta herramienta para ofrecer ventajas a grandes empresas de fuera, pero no aplica la misma lógica para aliviar la carga fiscal que soportan las pequeñas y medianas empresas de la ciudad.
Como ejemplo de esta situación, el diputado de CpM ha citado el caso de la empresa sueca Glitnor, especializada en el juego online y los casinos, que ha anunciado su instalación en Melilla antes de que acabe el año. Según Guerra, la propia directora de Recursos Humanos de la compañía ha señalado que uno de los motivos esenciales para elegir Melilla es su “fiscalidad ventajosa”. Ante este argumento, CpM se pregunta por qué esa fiscalidad favorable no se extiende también al comercio y a los negocios locales, muchos de los cuales están “desesperados tras años de reivindicaciones” y se ven obligados a cerrar sus puertas ante la falta de medidas de apoyo reales.
“La empresa melillense está hundida y dejando de existir mientras el consejero Marín presume de atraer compañías de fuera”, ha asegurado Guerra, quien reprocha al Ejecutivo autonómico su falta de sensibilidad hacia los empresarios locales. “Hay un doble rasero en el trato y un discurso oficialista que trata de apagar cualquier intento de crítica”, ha añadido.
CpM también ha lamentado que el Gobierno no haya dado pasos en la creación de una Zona Económica Especial (ZEE) que podría suponer un auténtico alivio fiscal para los negocios locales. Guerra ha afirmado que esta propuesta, rechazada hasta ahora por el Gobierno de Imbroda, podría ofrecer un entorno más competitivo para las empresas de la ciudad y ayudar a recuperar el tejido productivo melillense. “Resulta particularmente llamativo que Imbroda se niegue a promover una posible salida como esta, y solo facilite privilegios a grandes corporaciones externas”, ha insistido.
El diputado ha planteado una pregunta directa: “Si Glitnor llega a Melilla porque la fiscalidad les convence, ¿no tienen nuestros comerciantes derecho a eso también? ¿El negocio en Melilla solo es para las grandes empresas externas?”
Para CpM, la situación actual representa un “agravio inaceptable” que evidencia una política fiscal “absolutamente desequilibrada” y alejada de los intereses reales de la ciudadanía. “Si hay paraíso fiscal para multinacionales del juego y los casinos debe haber también herramientas de justicia fiscal para quienes sostienen día a día la economía de Melilla”, ha remarcado Emilio Guerra.
Las declaraciones del diputado llegan pocos días después de que se conociera que Glitnor se instalará en la ciudad antes de finales de 2025, como parte del plan del Gobierno local para atraer inversiones vinculadas al sector tecnológico y de juego online. El consejero de Economía, Miguel Marín, ha defendido en distintas ocasiones esta estrategia como vía para dinamizar el empleo y diversificar la economía melillense. Sin embargo, desde CpM se advierte que este modelo no puede sostenerse si se abandona al pequeño comercio.
De tre me llevo una y de treinta tres.