El Ejército lo prejubiló en 2012 por problemas psicológicos. Ahora el Ministerio tendrá que pagar costas del juicio.
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia Andalucía (TSJA) ha condenado a Defensa a pagar las costas de un proceso judicial que se remonta a hace cuatro años cuando el Ministerio prejubiló a un suboficial de la Legión de Melilla (Ramón Bugallo) porque el informe médico militar decía que no era apto para el servicio por problemas psicológicos.
En la sentencia a la que ha tenido acceso El Faro, el TSJA condena a la Administración a pagar lascostas del juicio que pueden rondar entre los 6.000 y los 8.000 euros, según los cálculos de José Luis Alabarce, el letrado que ha asistido a Bugallo durante los cuatro años que ha durado la batalla judicial.
La sentencia también deja sin efecto la resolución por la cual se prejubiló al suboficial del Tercio por lo que el Ministerio de Defensa deberá readmitirlo en su puesto de trabajo cuatro años después de estar prejubilado con una paga mensual de 2.000 euros.
El veredicto del juez, que es firme y por tanto, no admite recurso, da más crédito al informe médico presentado por el sargento Bugallo que el que aportó Defensa, elaborado en el Hospital de Melilla y sin incluir “cuestionarios de personalidad ni exploraciones minuciosas”. Tampoco definía qué tipo de trastorno psicológico padecía que le hacía no apto para el servicio en el Tercio Gran Capitán.
De hecho el tribunal califica el informe médico militar presentado por Defensa como “excesivamente concluyente sin una base o antecedente en el que se justifique debidamente la conclusión a la que llega”.
La sentencia viene a admitir que el sargento Bugallo “se encuentra en plenas condiciones para el servicio activo”.
Asimismo aclara que “las causas que motivaron que temporalmente se hubiese dado de baja en el servicio obedecieron a la situación de acoso laboral que padeció habiéndose recuperado totalmente.
En declaraciones a El Faro, el sargento Bugallo manifestó ayer su satisfacción por la sentencia firme a su favor dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo de Málaga. “Todo el esfuerzo que hemos hecho mi familia y yo ha merecido la pena. Nunca hay que dar una batalla por perdida”, señaló.
Ahora sólo queda resolver un último proceso judicial que el suboficial de la Legión ha llevado al Tribunal de Estrasburgo. Ante las autoridades europeas ha reclamado justicia por la condena a un mes de prisión en base al testimonio de un mando que dijo que él tenía una pistola en su cajón.