La comunidad musulmana de Melilla ha vivido este lunes una de las fiestas más importantes del Islam, el Aid el Kebir, también llamado Eid al-Adha o Fiesta del Sacrificio. Este es un momento para vivir en familia, demostrar su devoción a Dios y buscar el perdón de los pecados, que se inicia con el rezo, continúa con el sacrificio de los corderos y finaliza con una comida en comunidad.
La jornada comenzaba bien temprano con la asistencia de miles de musulmanes al rezo colectivo que se ha organizado en la Plaza Multifuncional, lugar donde lleva celebrándose desde hace un par de años, y en el que han estado presentes tanto niños como mayores. Nadie ha faltado a esta fecha tan importante en el calendario del Islam. Incluso algunos fieles han acudido con muletas, en sillas de ruedas o con carritos de bebés, muestra de su gran fervor y religiosidad.
Aunque el comienzo del rezo estaba previsto para las ocho y media, muchos de los asistentes han sido madrugadores y han comenzado a llegar a primera hora de la mañana con sus mejores galas. El ambiente era de alegría y devoción, y se podía escuchar el murmullo de las oraciones y las conversaciones entre los asistentes.
Buena organización en el rezo
Si por algo se ha caracterizado el rezo de este año ha sido por la buena organización y el orden que ha habido en la plaza, en la que se han instalado puestos en los que se han ofrecido botellas de agua para combatir el calor y golosinas para los más pequeños.
Para hacer más accesible la llegada de los fieles, la Ciudad Autónoma ha dispuesto un autobús que salió desde Los Pinares de Rostrogordo a las siete de la mañana y ha ido haciendo paradas en diferentes puntos de la ciudad. Esta iniciativa ha sido pensada especialmente para que ningún musulmán se quedara sin acudir al rezo colectivo, sobre todo si se trataba de mayores o personas con movilidad reducida.
Asimismo, para el resto de melillenses y con el objetivo de evitar atascos en la carretera, el parking de Isla Talleres también se ha ofrecido de forma gratuita. Ambas propuestas de la Administración han conseguido el fin que perseguían, puesto que no se han registrado aglomeraciones en las inmediaciones de la Plaza Multifuncional y han sido pocos los que han intentado llegar hasta la misma plaza en coche particular. Al mismo tiempo, otros han optado por un medio de transporte más eficiente como es el patinete.
Cabe reseñar que este año ha estado marcado también por el conflicto de Palestina. En señal de protesta por el conflicto bélico que se está viviendo, algunas personas han acudido vestidos con camisetas o con la bandera de Palestina.
A pesar de la multitudinaria asistencia de personas que ha habido esta mañana, no ha habido que lamentar ningún incidente y el rezo ha transcurrido con la más absoluta normalidad. Aún así, cabe reseñar el amplio dispositivo de seguridad que se ha activado en las inmediaciones, con la presencia constante tanto de la Policía Nacional, Protección Civil, como de emergencias.
Más allá del acto religioso, hay que destacar que el rezo ha sido un momento de encuentros y sobre todo de compartir buenos deseos y felicidad en esta Pascua Grande. Son muchos los melillenses de tradición musulmana que se han encontrado a amigos o conocidos que llevaban tiempo sin ver por diferentes circunstancias y que hoy por fin lo han hecho.
El momento no solo ha quedado inmortalizado en la retina de los miles de asistentes sino también en sus móviles. La mayoría se acercaba hasta el photocall emplazado en uno de los laterales de la explanada para tomar sus fotos de recuerdo.
Sacrificio del cordero
Al término del rezo, los miles de melillenses que han estado presentes se han desplazado hasta las carpas que se han establecido a lo largo de la ciudad para el sacrificio de los corderos, cumpliendo así con todas las garantías sanitarias. No sin antes, cambiar sus mejores galas con las que han ido a orar por unos atavíos más humildes para entrar en faena. En concreto, estas zonas habilitadas se hallaban en los barrios de Cabrerizas, Las Palmeras, en la pista polideportiva del Monte María Cristina, en el Tiro Nacional y en la pista deportiva de Averroes.
Esta es una parte central de la celebración que conmemora la voluntad del profeta Ibrahim de sacrificar a su hijo Ismail como acto de obediencia a Dios. Según el Corán, Dios intervino y proporcionó un cordero para ser sacrificado en su lugar. Desde entonces, el sacrificio de un animal durante el Aid el Kebir se ha convertido en una tradición para los musulmanes de todo el mundo.
En estos puntos de la ciudad, las familias se han reunido para realizar el sacrificio de los corderos tal y como manda la tradición y hacer el despiece para posteriormente cocinarlos.
Sobre las diez de la mañana han ido llegando poco a poco los melillenses a las distintas zonas habilitadas para el sacrificio. Un ritual que se tiene que llevar a cabo cumpliendo con las estrictas normas impuestas y que se debe hacer lo más rápido que se pueda para que el animal sufra lo menos posible.
El encargado de sacrificar el borrego es el hombre de la familia, mientras que el resto de miembros suelen ayudar con el resto de preparaciones. Mientras unos ponen de su parte en el corte de las piezas, muchas mujeres se encargan de limpiar las tripas para posteriormente hacer los callos o macerar parte de la carne para los pinchitos. No hay que olvidar la importancia de dejarlo todo limpio.
El proceso suele alargarse durante unas horas y una vez acabado, llega uno de los momentos más esperados. Y es que después del sacrificio, las familias se suelen reunir en casa de algún familiar para disfrutar de los guisos y elaboraciones típicas de esta festividad.
En este primer día de celebración se suelen cocinar las tripas y las piezas de casquería del borrego. Es muy típico comer durante el día de hoy los tradicionales callos o el hígado, unido a otros manjares como las pastas con té o el cuscús con leche, que no pueden faltar en el Aid el Kebir.
Mañana, una vez haya reposado, será el momento de disfrutar de la carne del borrego en sí con platos como los pinchitos o la carne en salsa.
Algo que ha llamado la atención es que la inmensa mayoría de familias han llevado solo un borrego a diferencia de otros años, cuando han sacrificado varios de ellos. Los altos precios que se han registrado en esta ocasión, han hecho mella en la comunidad. Quienes han tenido la fortuna de poderse permitir comprar cordero, solo han adquirido uno.
Lo importante de este día es celebrar en unidad y armonía las fiestas y poder hacerlo en familia, compartiendo momentos únicos que recordar en el futuro.
Hay que agradecer a todos los que han facilitado que la fiesta se celebre en total armonía y seguridad.