Algunas persianas están abiertas, pero pocas. La reapertura de la frontera no ha supuesto grandes cambios para los comercios de la zona, según dicen ellos mismos. “Todo sigue igual”, reiteran.
La única diferencia, apunta uno de ellos, es que se ve más tránsito de personas. Recalca que no quiere “llenarse la barriga”, pero sí al menos llegar a fin de mes.
Como han escuchado que Marruecos no dejará pasar ningún tipo de mercancía, piden que al menos los marroquíes que visiten Melilla, se puedan llevar sus comprar personales.
“Ellos están acostumbrados a los productos españoles, los prefieren aunque salgan más caros”, afirma otro comerciante.
Explican que no es que quieran que vuelva el comercio atípico, pero sí que puedan haber compras que se puedan pasar al otro lado de la frontera.
Por el momento, las exigencias que hay para cruzar hacen que no haya excesivo tránsito. Algunos van a preguntar por los papeles o, por ejemplo, cómo renovar la tarjeta verde del vehículo.
Las imágenes que se veían antes de marzo del 2020 siguen siendo parte del pasado; ahora se exige pasaporte y certificado de vacunación para cruzar. Entrar solo con el D.N.I. no es válido y ello dificulta el flujo que daba oxígeno al porteo anteriormente.
Ahora, la prioridad de las personas que cruzan es ver a sus familiares, como es el caso Mimuda. Señala que lleva dos años sin ver a su sobrina y al resto de la familia.
Preguntado si tiene pensado llevar alguna compra, responde que “ya no”. “Ya no pienso comprar nada de Marruecos ni traer nada aquí”.
Y es que ante la duda, lo último que quieren muchos melillenses son problemas después de “dos años y dos meses” esperando este momento. “Donde va la ley, vamos nosotros”, recalca Minuda.
“Vamos para Marruecos, aquí cerquita. Tenemos familiares y vamos a verlos, dar una vuelta y venir a Melilla después”, dice Hamed. Va junto con su esposa Amina en el coche y atrás va con bolsas de varios productos.
Dice que no son compras, sino unos detalles que quiere regalar a sus familiares. Apunta a que hay productos que solo se pueden encontrar en Marruecos y otros que solo se ven en Melilla, por lo que va a llevarles algunos de ellos. “Son poquitas cosas, compras no porque todavía no sabemos lo que piden. Llevamos papel higiénico, papel para la cocina… nada más”.
Acerca de si le apetece comprar verduras en Marruecos, responde que en Melilla hay de todo también. En este momento, lo único que les importa es visitar a los suyos. “Sobre todo a mi mujer, que está desesperada por ver a su madre”.
En estos dos años, han visitado tres veces Marruecos y lo han tenido que hacer por avión. Esta ha sido la primera vez que van en coche.
Por el contrario, Mimón va solo a poner en regla la tarjeta verde para poder salir en la mañana temprano. Todavía no sabe si puede pasar compras de un lado a otro, pero espera poder llevar pescado.
Los trabajadores transfronterizos empezarán a entrar el próximo 31 de mayo.
Efectivamente la delegada del gobierno debería de explicar a los melillenses españoles, del porque las autoridades españolas están dejando pasar por la frontera artículos de alimentación: verduras,hortalizas, pescado etc a nivel transeúntes, mientras que la frontera marroquí no deja pasar ni un solo paquete de clinex. Que ocurre, es otra bajada de pantalones del Sr. Pedrito, es otra ofensa más a la dignidad del melillense. Esperamos una reciprocidad o una explicación lo suficientemente coherente como para no promover manifestaciones en contra de esta pasividad e incompetencia tanto del inútil gobierno local como del cobarde y mentiroso gobierno central. A la espera estamos los melillenses.
Marruecos no deja pasar ni una tableta de chocolate como quieres que estén estos comerciantes deberían dejar pasar un poco de cosas para la casa y así habrá intercambio de comercio
El tema es lo que todos sabemos, y los aduaneros marroquíes mejor aún...que con el rollo de la compra para la casa luego el personal se vuelve loco y como no hay nada mejor que hacer que cobrar la paguita, pues a dar 3 y 4 viajes todos los dias( sábado y domingo también) llevando detergente, aceite, garbanzos, leche, galletas, lejía y todo lo que pillan para revender al de la tienda del barrio de la casa de Nador o Segangan y sacar un extra para ir de vacaciones a Tanger y en invierno a Ifran para parecernos a los marroquíes pijos.
Y mientras tanto...la frontera impracticable y colapsada por los agonías de siempre.
Nosotros sabemos lo que hay y ellos mejor aún.