La Orquesta Sinfónica de Melilla inició ayer su temporada con un concierto de música clásica en el teatro Kursaal. Bajo la batuta de su director, Joseph Enric Herman, la orquesta interpretó dos piezas clásicas de dos de los compositores más importantes de la historia de la música, Mozart y Haydn. Del primero de los autores se eligió la pieza ‘Una broma musical', que según los entendidos, es una obra compuesta por el artista como una burla a los compositores de la época. La Sinfonía nº 45 de Haydn, ‘Sinfonía de los adioses’, fue la obra elegida del otro protagonista de la noche, el compositor austriaco.