Los alumnos del III Seminario de Historia del Arte asistieron a la conferencia del economista Jaime Bustillo, quien destacó las múltiples ventajas del llamado comercio atípico.
Las múltiples ventajas y alguna que otra desventaja de las relaciones entre Melilla y su entorno marroquí fue el contenido de la conferencia ofrecida en la tarde de ayer por el economista Jaime Bustillo en la Sala de Grados del Campus Universitario de Melilla, al que acudieron los diez alumnos que esta semana participan en el III Seminario Permanente de Historia del Arte, dirigido por Salvador Gallego.
Bustillo esbozó para los alumnos una visión general y pormenorizada sobre las relaciones entre la geografía, política y economía entre Melilla y Nador. Factores que condicionan el tipo de relaciones, por ejemplo, comerciales que se establecen entrambas como es el caso del llamado comercio atípico o contrabando.
En este sentido, afirmó que “Melilla, en contra de lo que suele decirse, supone para Marruecos un crecimiento constante. Es el principal motivo de crecimiento de Nador, que tiene una población de un 80 por ciento superior que el resto de ciudades, así como también es superior su capacidad de atraer capital”, argumentó. Datos que se han recogido en diversos estudios de Fhimades y otros, que actualmente se están llevando a cabo.
Así pues, Melilla supone una alteración en el tejido económico del norte de Marruecos “y no le afecta negativamente sino muy positivamente”. El único punto en contra sería que el comercio atípico no paga el arancel y eso “afecta negativamente a las arcas marroquíes”. Sin embargo, uno de los principales beneficios de las relaciones con Melilla son los ingresos que el Gobierno alauita percibe por los servicios que ofrece a la ciudad o los trabajadores transfronterizos. “Toda esa trama de actividades que están ahí, ponen de manifiesto que es una relación beneficiosa”, sentenció Bustillo.