Las posibilidades de Melilla de optar a competir por el turismo masivo de sol y playa son mínimas a pesar de los insistentes intentos del viceconsejero Javier Mateo en las últimas ediciones de Fitur.
La presencia de Melilla en esa feria con un llamativo y sorprendente stand que reproducía la playa de Galápagos casi no ha obtenido resultados. Por desgracia, los hoteles de la ciudad no registran este verano los niveles de ocupación que ya se alcanzan en los distintos puntos de litoral mediterráneo en la península. Aquí, como reconocía el propio Mateo, los niveles de ocupación se deben a la fuerte presencia de agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil debido a la presión migratoria. Sin embargo, tarde o temprano, estos funcionarios acabarán por dejar nuestra ciudad cuando el problema que les ha traído haya quedado solucionado.
Entonces se harán más fuertes los quebraderos de cabeza para atraer visitantes. Una posibilidad es la planteada esta misma semana por la Asociación Española de Estaciones Náuticas y la empresa turística Travelecology para llevar a cabo un plan de formación dirigido a actividades guiadas de avistamiento de cetáceos y rutas de buceo con esnórquel. Se trata de una iniciativa que puede ayudar a fomentar el turismo ecológico, que como todos los especializados cuenta con un gran potencial. Ocurre lo mismo con el turismo gastronómico, el cultural, el histórico... Precisamente en todos ellos Melilla tiene bastante que ofrecer, aunque todavía no haya sido capaz de conformar una oferta conjunta que presente a nuestra ciudad como eventual destino para esta clase de turismo, que, por otra parte, se caracteriza por ser el que más beneficios deja en el conjunto de los sectores económicos ya que atrae a los visitantes de mayor poder adquisitivo. De hecho, según las cuentas del consejero de Fomento, Juventud y Deportes, Miguel Marín, la Semana Náutica, que también puede englobarse en esta clase de turismo especializado, dejará medio millón de euros en Melilla en sólo siete días.
Mientras que otros municipios de nuestro país tienen la opción de elegir entre cantidad o calidad, nuestra ciudad sólo cuenta con posibilidades reales en el turismo especializado, a no ser que se conforme con ser el complemento del turismo de sol y playa que pueda llegar procedente de complejos hoteleros del otro lado de la frontera, como Saidia.