La cocina de la prisión cierra sus puertas tras detectarse dos positivos de coronavirus entre sus trabajadores. Se tratan de los primeros casos que no pertenecen a los amotinados del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de los que ya había ocho, por lo tanto, estos dos nuevos elevarían la cifra hasta los diez positivos, según ha podido saber El Faro. "Es la peor noticia posible", pues explican que en la cocina los internos preparan los platos que después comen el resto de internos.
Una fuente consultada por este medio expresó su malestar, pues según relató, los funcionarios no son informados de cómo evoluciona el brote en la prisión, además de que no han recibido un equipo de protección para desarrollar sus tareas, en la que están constantemente en contacto con los internos. "Los funcionarios nos enteramos por hechos consumados, cuando hay traslados o cuando se pone en aislamiento a los internos", dijo. "Estamos muy preocupados, sentimos impotencia y desamparo", expresó, y que el resto de la población del centro penitenciario también está inquieta por la situación. "Ha sido como un mazazo" y critica que el director estuviese de vacaciones cuando hubo el ingreso de los 33 detenidos del CETI y que ahora se limite a agarrarse a un protocolo pensando para uno o dos casos. También se pregunta por qué la Delegación del Gobierno no ha tomado medidas para evitar la situación en la que se encuentran en este momento.