Si bien la concienciación de las empresas sobre su ciberseguridad ha crecido de manera exponencial en los últimos años, al igual que su inversión en áreas de protección de la información; lo es también que actualmente el ransomware es el ciberataque que representa la mayor amenaza para empresas y organizaciones de todo el mundo. Aunque la frecuencia general de ataques ha disminuido en los últimos dos años, el impacto sobre las víctimas ha aumentado.
A medida que los atacantes intensifican y mejoran sus métodos, es crucial que los responsables de seguridad y sus defensas cibernéticas se mantengan al día. Las empresas deben analizar su nivel de vulnerabilidad y adoptar una estrategia defensiva proactiva. Esto incluye el uso de soluciones de detección y respuesta gestionada para evitar convertirse en víctimas.
Según datos publicados por Sophos y recogidos por NuuBB, ambas empresas especializadas en ciberseguridad y servicios cloud para empresas, se muestra que un 50 % de las empresas están destinadas a recibir un ataque de ransomware.
En 2024, Francia reportó la tasa más alta de ataques de ransomware, con el 74 % de los encuestados indicando que habían sufrido un ataque en el último año. Le siguieron Sudáfrica con el 69 % e Italia con el 68 %.
En el extremo opuesto, los índices de ataque más bajos fueron registrados por Brasil (44 %), Japón (51 %) y Australia (54 %). En términos generales, nueve países mostraron una disminución en la tasa de ataques en comparación con 2023, incluyendo a España, que reportó un 59 % de ataques en lo que va del año, frente al 77 % del año anterior.
Los expertos aconsejan organizar sesiones de formación, distribuir materiales educativos y llevar a cabo simulacros de seguridad para aumentar la conciencia de los empleados sobre las mejores prácticas digitales.
Es esencial realizar entrenamientos en seguridad, establecer políticas, normas y procedimientos de seguridad, y supervisar que se sigan las buenas prácticas en este ámbito.