Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela una preocupante realidad: cerca de 9.000 hogares (32,9%) en Melilla no pueden mantener una temperatura adecuada en verano. Según los datos, un 33,6% de los hogares españoles sufre dificultades para lograr un confort térmico en los meses más cálidos del año, un incremento significativo de más de 12 puntos porcentuales en comparación con la última edición de este estudio en 2012.
Este incremento en la falta de confort térmico se explica al tener en cuenta que solo un 11,7% de los edificios en Melilla han implementado mejoras en el aislamiento térmico o en el sistema de calefacción. Estas cifras ponen de manifiesto la urgente necesidad de adoptar medidas eficaces que garanticen el bienestar de los ocupantes y contribuyan a la eficiencia energética de los edificios.
"Debemos abordar la falta de aislamiento térmico en los hogares españoles para mejorar la calidad de vida y reducir el consumo energético," señala Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de Rockwool Peninsular. "Sin embargo, cualquier inversión en mejoras de aislamiento debe realizarse con un enfoque integral que incluya la protección contra incendios. Esto no solo asegura confort térmico y ahorro energético, sino que también fortalece la seguridad y cumple con los más altos estándares de sostenibilidad y seguridad para los ocupantes de las viviendas."
Además de las consecuencias directas para la salud del deficiente confort térmico, se sufre un efecto colateral: al abrir las ventanas para refrescar las viviendas, se está expuesto a altos niveles de ruido, especialmente en entornos urbanos. Según el mismo informe del INE, el problema más destacado en 2023 en todos los niveles de ingresos fue el de los ruidos de la calle o producidos por vecinos.
Máximos históricos
El pasado verano de 2023 dejó una clara lección sobre la necesidad de un buen aislamiento térmico. Las olas de calor provocaron un aumento sin precedentes en la demanda energética, alcanzando máximos históricos en agosto. Según datos del INE, el consumo energético en los hogares españoles se disparó debido a la necesidad de usar sistemas de refrigeración como aires acondicionados y ventiladores. Este aumento en el consumo energético encareció la factura eléctrica en más de un 7%.
Rockwool Peninsular alerta sobre esta situación y subraya que la falta de un buen aislamiento térmico en viviendas, muchas de las cuales tienen más de 50 años y no cumplen con los estándares energéticos actuales, es una de las principales causas de este consumo excesivo. La compañía insta a tomar medidas urgentes para mejorar el aislamiento del parque residencial y así reducir el consumo energético, mejorar el confort térmico y disminuir la carga económica de las facturas de energía en los hogares españoles.
En este contexto, la lana de roca emerge como la mejor solución. Este material de aislamiento no solo es eficiente en mantener una temperatura óptima dentro de los hogares durante todo el año, sino que también es una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La lana de roca, fabricada a partir de roca volcánica, ofrece una excelente resistencia térmica, reduciendo la necesidad de sistemas de climatización y, por ende, el consumo energético.
Además de sus propiedades térmicas, la lana de roca aporta beneficios adicionales como la protección contra el fuego, la reducción del ruido exterior y una mayor durabilidad en comparación con otros materiales de aislamiento. Estas características la convierten en una solución integral para mejorar la calidad de vida en los hogares españoles y contribuir al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética.