La Guardia Civil ha adquirido nuevo material policial para sus unidades de Melilla, en la frontera con Marruecos, entre el que se encuentran 300 cascos antidisturbios y 300 máscaras antigás por un importe de 477.000 euros.
También ha recibido 120 nuevos equipos de videoconferencia destinados a mantener comunicaciones entre sus diferentes unidades con cualquier equipo exterior, informa la Dirección General de la Guardia Civil.
Así las actuaciones realizadas en las dependencias del Cuerpo tendrán plena validez jurídica, lo que permitirá que no sea necesario trasladar a los detenidos a sedes judiciales ya que las comparecencias podrán realizarse de forma telemática.
Asimismo, la Guardia Civil ha incorporado a su material en Melilla 48 equipos de radar para los buques oceánicos y otras embarcaciones, que potenciarán su capacidad en la detección anticipada e interceptación de barcos así como en el salvamento de personas.
Además, recientemente se anunció que la Guardia Civil reforzará la valla de Melilla con un nuevo sistema integral de vigilancia para la Comandancia de la ciudad autónoma, compuesto por cinco estaciones fijas de vigilancia y elementos de apoyo, con el objetivo de detectar las "bolsas de inmigrantes" que intentan entrar en España.
La Guardia Civil justifica la necesidad de incorporar este nuevo sistema de vigilancia, ya que en la frontera de Melilla con Marruecos, dentro del territorio marroquí, "se van formando bolsas de inmigrantes que intentan entrar de algún modo ilícito en territorio español, bien a través de los pasos fronterizos, la valla perimetral o por los espigones de la frontera marítima".
Las cinco nuevas estaciones se colocarán en el puesto de vigilancia denominado Golf 1, en el cuartel de la Legión, en el punto llamado Bravo 4 y dos en la torre del V centenario.
Este año Melilla ha sufrido tres grandes saltos a la valla los días 2 y 3 de marzo y el 24 de junio. En este último salto, murieron al menos 23 migrantes, la mayoría, procedentes de Sudán. Según el escrito que envió Marruecos a la ONU, los cadáveres siguen cuatro meses después en la morgue del Hospital Hassani, de Nador. Sólo ha sido identificado uno de ellos.
Hace años que el uso de gases antidisturbios- iguales a los que se emplean contra los trabajadores españoles de, por ejemplo, Navantia cuando cortan autovías- podían haber sido una solución contra las avalanchas. Aunque la mejor solución la menor duda es la devolución inmediata de todo ilegal que cruce nuestras fronteras .