l El director provincial de Educación asegura que el dinero que estaba reservado para la compra de alimentos y la contratación de personal se ha destinado a la reforma de los comedores y los colegios
Ninguna familia en riesgo de exclusión social ha solicitado el servicio de comedor escolar para sus hijos durante este mes. Así lo aseguró ayer a El Faro el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, que explicó que no se ha cubierto ni una sola de las 160 plazas ofertadas para esta etapa estival y que pretendía echar una mano a los hijos de los ciudadanos que tienen problemas económicos. El año pasado tampoco se cumplieron las expectativas de la Administración local y la Dirección Provincial de Educación, que abrieron tres comedores escolares, de los cuatro que hay en la ciudad, y de las 400 plazas que se ofertaron ningún día asistieron a estos centros más de 90 niños. Precisamente para evitar que los recursos destinados a esta ayuda sobrepasaran la necesidad real y se echaran a perder, Bienestar Social y la Dirección Provincial habían ofertado 160 plazas este año y acordaron que el presupuesto se iría destinando a los comedores escolares según sus necesidades.
Calzado aseguró a El Faro que desconoce por qué las familias melillenses que tienen recursos económicos limitados no utilizan este servicio. Afirmó que es preciso que todas las instituciones, desde la Ciudad a las ONG’s que realizan ayuda sociales, el Banco de Alimentos y Cruz Roja se reunirán para analizar esta realidad social. Aseveró que es necesario que se crucen los datos entre todas las entidades que realizan una labor de atención a los ciudadanos en riesgo de exclusión social para conocer las ayudas que reciben estas familias y comprobar si algunas no tienen ninguna ayuda y en cambio otras reciben varias a la vez. Apuntó que el objetivo de esta reunión no es otro que “ser más eficientes” en el futuro.
El director provincial destacó que en Melilla hay muchas entidades a las que las personas sin recursos económicos piden ayuda, como Servicios Sociales, que ofrece el servicio de comedor social a decenas de familias, o el Banco de Alimentos, que entrega miles de paquetes con productos.
“Entiendo que es una buena señal para la sociedad melillense que no se haya demandado el servicio de comedor social. Parece que la ciudad se está recuperando de la crisis”, afirmó Calzado.
Los comedores escolares
El año pasado se abrieron tres de los cuatro comedores escolares, pero este año sólo se ofertaban plazas en dos porque uno de ellos iba a ser remodelado. Se trata del comedor del León Solá, que necesitaba una reforma y además de las obras, se han incorporado equipamientos nuevos.
El comedor del Centro María Inmaculada, donde comen los alumnos del colegio Mediterráneo, sí que ha tenido más movimiento este verano porque ha estado sirviendo durante julio las comidas de los niños que han participado en las colonias urbanas de Cáritas, explicó Calzado y apuntó que muchos de los alumnos de este centro educativo han participado en esos campamentos.
El director provincial aseguró que se preguntó a las familias de estos niños, así como a las de otros escolares del Mediterráneo, si deseaban continuar beneficiándose de este servicio de comedor en agosto, pero ninguno se inscribió. Por ello, las hermanas de María Inmaculada no han contratado a nadie este mes para dicho servicio.
Otro de los centros que oferta comedor escolar es el de Divina Infantita. Las religiosas de esta institución tienen su comedor abierto porque a diario asisten niños a los que atienden a nivel social. Pero no registraron ninguna petición de familias en riesgo de exclusión que demandaran a través de los colegios una plaza para sus hijos.
No obstante, Calzado explicó que si llegara alguna solicitud a estas instituciones o a la Dirección Provincial demandando el servicio de comedor, se atendería sin problema en el comedor de Divina Infantita.
Además, aseveró que el dinero que finalmente no se ha tenido que invertir en la compra de alimentos y en la contratación de personal para los comedores escolares se está destinando al arreglo de estas dependencias, así como a pequeñas reformas de los colegios de la ciudad.
Comedores escolares en 2014
El pasado verano tan sólo se cubrieron un 25% de las plazas ofertadas en los comedores escolares de la ciudad. Era la primera vez que abrían sus puertas en época estival. La Ciudad y la Dirección Provincial de Educación destinaron 120.000 euros a este proyecto. Se contrató a personal por parte de la Consejería de Bienestar Social y finalmente no tuvieron tanto trabajo en estas dependencias porque no había más de 40 niños a diario por comedor.
Durante la primera parte del verano de 2014, la que era la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, achacaba a las colonias urbanas de Cáritas, que ofrecían servicio de comedor, y al Ramadán que no se cubrieran las plazas ofertadas. Sin embargo, en agosto tampoco se incrementó el número de peticiones de este servicio. Por ello, Garbín afirmó que los comedores escolares no se llenaban porque esta necesidad está cubierta por otras ayudas, como la del comedor social o el Ingreso Melillense de Integración.