Analizó la importancia histórica de dicho proceso en el derecho internacional.
La sede de la Asociación de Estudios Melillenses acogió ayer a las 19:30 horas una conferencia sobre los juicios a dirigentes del partido Nazi que tuvieron lugar en Nuremberg al concluir la II Guerra Mundial.
El encargado de ofrecer la charla fue el decano del Colegio de Abogados de Melilla, Blas Jesús Imbroda, quien analizó ante el público presente la importancia que ha tenido dicho proceso jurídico en el campo del derecho internacional.
De este modo, detalló que el proceso de Nuremberg fue de los primeros en los que se imputaron delitos como los crimenes de guerra, contra la humanidad y el de guerra de agresión.
Para el juicio se constituyó por primera vez en la historia un Tribunal Penal Militar Internacional, que contó con un juez titular y su respectivo suplente de cada una de las naciones aliadas que participaron en el conflicto bélico; EEUU, Francia, Reino Unido y la URSS.
Para acometer tan magna empresa, se dividió a los acusados, más de 600, entre organizaciones no criminales, donde se encontraba la estructura del Estado, y las criminales, que fueron todas aquellas estructuras paralelas del poder Nazi como la Gestapo, la SS y los dirigentes del propio partido.
No obstante, hay que recalcar que en el juicio principal se estudiaron los crimenes de 24 líderes del III Reich, de los cuales once fueron condenados a muerte y tres a cadena perpetua.
De manera paralela, también se juzgaron a otras personas afines al régimen acusadas de haber participado en el holocausto, como personal de los campos de concentración, médicos y parte del poder judicial que, como bien indicó Imbroda, desde que Hitler ganó las elecciones del año 1933, se fue amoldando a los designios del partido Nazi hasta crear la estructura legal necesaria para castigar a la población judía.
“El derecho alemán se puso al servicio de la barbarie de manera lenta y progresiva”, aseveró Imbroda.
Además, al hilo de esta reflexión, destacó que lo curioso del régimen Nazi es que todo ocurrió gracias a los cauces de la democracia.
Incluso llegó a asegurar que el pueblo alemán fue en gran parte cómplice de lo ocurrido durante el mandato de Hitler.
Volviendo a la importancia de los juicios de Nuremberg, subrayó que no fue hasta la década de los 90 cuando se volvió a dar un caso parecido, con la creación de los tribunales internacionales para juzgar los crimenes de guerra acaecidos en la antigua Yugoslavia y en Ruanda.
No obstante, subrayó que el colofón de este proceso iniciado en Nuremberg lo supuso la creación del Tribunal Penal Internacional con sede permanente en La Haya.
“Las naciones siempre tienen preferencia a la hora de juzgar a sus imputados, pero en caso de que no deseen hacerlo, La Haya puede reclamarlos”, explicó Imbroda al público.
“Los juicios de Nuremberg se celebraron para juzgar los crimenes más atroces contra la humanidad. Ese es el mismo espíritu que perdura hoy en La Haya”, aseveró.
Reflexiones sobre la guerra
Para finalizar, Imbroda realizó un par de reflexiones sobre lo ocurrido en el viejo continente durante la II Guerra Mundial y el posterior juicio a los nazis.
“Algo curioso es que, aunque parece que la sociedad al completo apoyaba al partido, durante el proceso nadie había visto ni sabía nada”, agregó.
De este modo, acabó un completo recorrido por la historia del siglo XX con especial hincapié en el mencionado proceso jurídico.