El presidente de Somos Melilla, Amín Azmani, ha vuelto a denunciar públicamente el abandono que, a su juicio, sufre el barrio Hebreo. En una intervención en la que ha respondido directamente a las acusaciones vertidas por el consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, el diputado autonómico ha reclamado que se prioricen inversiones reales en los barrios en lugar de realizar “gastos superfluos”.
Azmani ha calificado de “vergonzoso” el estado del barrio Hebreo, señalando la falta de limpiezas de choque, la inexistencia de papeleras, el deterioro de los contenedores y la presencia de un parque infantil que jamás se ha terminado de construir. También ha mencionado una rotonda que, según explica, “ni siquiera se ha llegado a construir, más allá de estar dibujada en el suelo”.
El líder de Somos Melilla ha reprochado al consejero que, en lugar de asumir su responsabilidad, le haya acusado de oportunismo, de incitar al incivismo y de actuar como agitador. “Sus desprecios y sus insultos no me van a intimidar”, ha dicho Azmani, quien asegura que seguirá denunciando lo que considera una “dejadez inaceptable” hacia los barrios.
En su intervención, también ha puesto el foco en el uso de fondos públicos por parte del Gobierno local. A este respecto, ha criticado que se destinen 600.000 euros a copas de vino y comida, 300.000 euros a la remodelación del patio interior del Ayuntamiento —donde aparcan vehículos oficiales— y 2 millones de euros, por vía de urgencia, para adquirir un descampado en el que plantar árboles. En su opinión, estas decisiones demuestran que no se están priorizando las necesidades reales de los melillenses.
“Los ciudadanos nos pagan más de 5.000 euros al mes para que resolvamos sus problemas, no para insultar y despreciar a quienes exigen mejoras”, ha señalado Azmani, en referencia a las reacciones del Ejecutivo local ante sus denuncias.
Estas declaraciones llegan pocos días después de que Azmani alertara de que los vecinos del barrio Hebreo sufren cortes de agua cada noche, una situación que, según ha afirmado, refleja el abandono “total” del Gobierno hacia esta zona de la ciudad.