Hemos salido de lo que no ha dejado de ser un largo puente, con sólo tres días laborables en la pasada semana y una recta final hasta Año Nuevo no exenta de nuevos períodos de asueto por la celebración de las fiestas navideñas. El relax no ha dejado atrás sin embargo muchos de los temas conflictivos por digerir, desde el polémico Estado de Alarma hasta las medidas anticrisis que auguran un año de severos recortes para los que menos tienen y más sufren el paro, como son los desempleados de larga duración a los que se va a quitar el subsidio de 426 euros. No basta ya con que en toda Europa cada día se esté devaluando más el Estado del Bienestar. En España, un Gobierno que se dice socialista hincha los gatos de cargos de confianza y asesores y castiga a los más necesitados para ahorrarse lo que no deja de ser el chocolate el loro en el conjunto de los presupuestos del Estado. En Melilla, el PSME-PSOE mira para otro lado, al igual que su socio de CpM.
Y todo lo anterior, sin mencionar el reciente chaparrón del hostigamiento marroquí culpa, según CpM, nada más y nada menos que del PP.
Lo dicho, tras el asueto vuelve la cruda realidad a la que los españoles en general y entre esto los melillenses no pueden dejar de enfrentarse.