La base militar Alfonso XIII se vistió ayer con sus mejores galas para conmemorar los hechos acaecidos el 2 de mayo de 1808, cuando los capitantes Daoiz y Velarde se alzaron en armas contra los franceses.
Como ya es tradición, el Regimiento de Artillería Mixto 32 de Melilla realizó una parada militar para recordar a tan insignes militares y la defensa numantina que mantuvieron en el Parque de Artillería de Monteleón contra las tropas napoleónicas.
El acto estuvo presidido por el comandante general de la ciudad, Álvaro de la Peña Cuesta, quien estuvo acompañado en la tribuna por el presidente autonómico, Juan José Imbroda. Uno de los momentos más destacados fue el del nombramientos de los artilleros de honor, que este año han sido tres: El viceconsejero de Turismo, Javier Mateo; el capitán juez togado José Lozano Nievas y el brigada de la ULOG 24, José Manuel Lozano Sola. Tras la entrega de los diplomas que le acreditan con tan título honorífico, cada uno de los homenajeados disparó un cañonazo para rendir tributo al Regimiento de Artillería. Por otro lado, se concedieron cuatro placas, dos encomiendas y cuatro cruces de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, así como seis cruces al Mérito Militar con Distintivo Blanco y ocho cruces de bronce a la Constancia en el Servicio.
El coronel jefe José María Rivera Moreno recordó, en palabras a los presentes, el estrecho vínculo que existe entre los artilleros y Melilla, habida cuenta de que unos 19 soldados de esta unidad acompañaron a Pedro de Estopiñán cuando desembarcó en la ciudad por primera vez. Asimismo, apuntó que desde 1408 a 1525 se fue reduciendo la presencia de artilleros en la vieja Rusadir, pasando a un pequeño destacamento de entre seis y ocho efectivos. Otros hechos históricos importantes en los que estos militares estuvieron presentes son el sitio al que Marruecos sometió a la ciudad allá por 1774 o la campaña del Rif. Asimismo, hizo referencia a las guarniciones que hay en las islas Chafarinas, Alhucemas y el Peñón de Vélez de la Gomera.
A lo caídos por España
El acto prosiguió con un sentido homenaje a los soldados caídos por España. El comandante general de la ciudad y el presidente del Gobierno local fueron los encargados de depositar una corona de laureles a los pies del monolito que se yergue en el centro de la explanada Héroes de Melilla.
Para concluir la parada, el regimiento cantó el himno de Artillería acompañado de los dos consabidos cañonazos que habitualmente sirven para coronar esta pieza. Asimismo, se llevó a cabo un desfile de despedida ante las autoridades militares y civiles, familiares y amigos de los soldados para cerrar el acto. En este punto, destacó el paso por la explanada de la Sección Motorizada.
Pese al fuerte calor que hacía ayer al mediodía (la parada se desarrolló a las 13:00 horas), las gradas de la base Alfonso XIII se llenaron con la presencia de aquellos que no quisieron perderse la conmemoración de esta efemérides. Los soldados formados en la explanada aguantaron estoicamente bajo los rayos del sol durante la hora que duró el acto.