Un Hyundai se llevó por delante una bici en la plaza General Benítez l El conductor gritó al atropellado que no iba a pagar nada y se fue
“Es increíble”. Así lo aseguró ayer un testigo del atropello a un ciclista que se produjo poco antes de las 13:00 horas en la plaza General Benítez. Un Hyundai de color gris chocó contra una bicicleta “revoleando” al hombre que iba sobre ella. El conductor del coche, en lugar de interesarse por cómo estaba el ciclista, se bajó del vehículo gritando que la bicicleta era antigua y que no le iba a pagar nada. Rápidamente se montó en el Hyundai y se dio a la fuga. Todo esto ante decenas de testigos que pasaban por este cruce y que no dudaron en anotar la matrícula del coche y auxiliar al herido.
Fue una escena “lamentable” e “indignante”, aseguraban los melillenses que vieron este atropello. No podían dar crédito a lo sucedido. El conductor se marchó sin más y dejó al ciclista herido en mitad de la calzada con todos sus enseres personales por el suelo.
Bicicleta por los aires
Los ciudadanos que estaban en este cruce entre la calle Reyes Católicos y la avenida Juan Carlos I vieron cómo una bicicleta saltaba por los aires. Un vehículo la embestía y provocaba que el ciclista cayera al asfalto de espaldas.
El hombre se levantó como pudo y se dirigió al conductor del Hyundai que le había rodeado y había tirado hacia adelante, en dirección a la calle Margallo, como si no hubiera pasado nada.
Los testigos afirmaron a El Faro que el señor que iba en el coche se bajó para decirle al ciclista que no le iba a pagar nada porque esa bicicleta tenía mala pinta y era antigua. Tras ello, se subió al vehículo y se marchó del lugar.
Por ello, los ciudadanos que estaban en este momento esperando para cruzar en los pasos de peatones de alrededor se mostraban indignados con el comportamiento de este conductor. Fueron estos melillenses los que llamaron a la Policía Local para avisar del atropello, así como al 061.
Sentado en el asfalto
El ciclista, tras la discusión con el hombre que conducía el Hyundai, volvió donde estaba su bicicleta y, en lugar de quitarla del medio y esperar a que llegara la Policía despejando la calzada, se sentó en mitad de la carretera.
Los testigos intentaron ayudarle y le pidieron que se quitara de allí porque los coches seguían pasado y más de uno estuvo a punto de llevárselo por delante. Pero no cedió.
Este ciclista de unos 35 años se recostó sobre la bicicleta sujetándose con la mano la espalda y torciendo el gesto del dolor. No consintió que ninguno de los ciudadanos que había alrededor retirara ni un gran termo que llevaba ni ninguno de los enseres que estaban esparcidos por la carretera.
Traslado al hospital
A los pocos minutos llegó una patrulla de la Policía Local a la zona. Empezó a controlar el tráfico y desviarlo de donde estaba el ciclista. Unos segundos más tarde, la ambulancia estaba aparcada junto a este hombre. Lo sanitarios estuvieron hablando con el herido. Con lágrimas en los ojos por el dolor de espalda, se levantó del suelo y entró en la ambulancia para ir directamente al hospital.
La Policía Local aprovechó para echar a un lado el termo y la bicicleta del ciclista. Además, los agentes tomaron nota de las declaraciones de los testigos.
Algunos ciudadanos decían que la bicicleta iba en sentido contrario, otros que se había cruzado cuando el Hyundai tenía preferencia y hay quien dijo que el ciclista estaba en su carril. Todos coincidieron en la mala acción del conductor que se dio a la fuga