Ocurrió el pasado jueves por la noche en la calle Tadino de Martinengo, en Reina Regente. Un policía nacional de Melilla resultó herido con quemaduras en la cara al intentar detener a un delincuente común en torno a las once y media de la noche, cuando muchas familias musulmanas de Barrio Cuernos celebraban la ruptura del ayuno.
El caco sacó una pistola de calibre 38 y por lo que cuentan los testigos, se lió a tiros con hasta 20 agentes de la Policía Local y Nacional que no consiguieron detenerlo. Ni en el Bronx neoyorquino se ven ya estas escenas de Tarantino.
"Si un delincuente común logra escapar de 20 policías, qué pasará si toca atrapar a un capo de la droga”
No es la primera vez que desde esta Jabalina denunciamos inseguridad en las calles de Melilla. Nos faltan policías, sobre todo de paisano, porque es evidente que si en una superficie geográfica de apenas 13 kilómetros cuadrados alguien es capaz de liarse a tiros y conseguir escapar es porque no hay suficientes efectivos de servicio... ni informantes.
Hasta ahora, este tipo de incidentes eran más comunes en el Príncipe de Ceuta que en Melilla. Aquí se ha dado algún caso muy, pero muy aislado.
Si en plena campaña electoral, con alerta antiterrorista de nivel 4 de 5 se monta un tiroteo en Barrio Cuernos y el delincuente logra escapar no nos queda otra que encomendarnos a Dios porque es evidente que no estamos seguros.
Cómo vamos a estarlo con un hombre armado en busca y captura. Todos damos por hecho que ha huido a Marruecos, pero ¿quién puede confirmarlo? No creo que la Policía lo haga porque ya sería el colmo que hubiera salido como Pedro por su casa por la frontera. Apaga y vámonos.
No sé qué más tiene que pasar en Melilla para que los ciudadanos exijamos a nuestros políticos que se ganen el inmerecido sueldazo que les pagamos mes a mes.
De siempre me ha parecido una locura que haya zonas ciegas de seguridad en Melilla; que la Policía no entre a diario en los barrios donde todos sabemos que se esconden los coches robados y se venden droga y armas.
Me da la risa cuando leo que el fugitivo era un delincuente común. Por Dios, si un chipichanga de Melilla es capaz de escapar de 20 agentes de la Policía Local y Nacional después de volverse majara con una pistola en la mano, qué no harán los capos de la droga.
Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están exprimidas al máximo. No se puede estar al 150% siete u ocho años seguidos. Aquí todo el mundo promete refuerzos y no viene nadie.
Me pregunto hasta cuándo vamos a seguir consintiendo que nuestros políticos nos tomen el pelo prometiendo lo que saben que no van a cumplir.
Somos una ciudad fronteriza, con alta tasa de paro, de pobreza y de delincuencia en las calles. Los melillenses merecemos poder salir por las noches a dar un paseo sin miedo a que nos arrebaten el móvil, el bolso o nos intenten violar en la puerta de un garaje.
Todos estamos hartos de que nos roben los retrovisores y nos revienten las ventanillas de los coches; de que sólo por vivir en Melilla los seguros sean más caros para los conductores y hasta que haya aseguradoras que no admitan clientes de nuestra ciudad.
¿Qué más tiene que pasar aquí para que un político dé la cara y diga: me voy porque soy incapaz de hacer que las cosas funcionen?.
No se van porque están donde están por el sueldazo que les pagamos por la cara. Sólo nos faltaba saber que un delincuente común de Melilla tiene en jaque a la Policía Nacional. Esto parece una broma de mal gusto.