Melilla se prepara para una cita ineludible con su historia. Mañana, el historiador y cronista Antonio Bravo impartirá una conferencia titulada Historia e historias del levantamiento del sitio, en la que reconstruirá uno de los episodios más cruciales de la ciudad: el asedio sufrido entre 1774 y 1775. La ponencia se centrará en el enfrentamiento entre el ejército marroquí y las fuerzas de Carlos III, un hecho que marcó el devenir de la urbe y transformó su fisonomía.
El levantamiento del sitio de Melilla no solo fue un episodio bélico significativo, sino también un momento de inflexión en la historia de la ciudad. Como explica Bravo, lo que hace que este acontecimiento sea singular es la magnitud de las fuerzas implicadas. “El volumen del ejército asediador y los medios desplegados tanto por Marruecos para ocupar la ciudad como por Carlos III para mantenerla bajo la bandera española convierten este hecho en una de las grandes gestas de la historia melillense”.
La relevancia de la conferencia radica en la capacidad del historiador para abordar tanto la gran historia —las decisiones políticas y diplomáticas entre España y Marruecos— como la microhistoria, es decir, la vida cotidiana de los melillenses durante el asedio.
El enfoque de Bravo no se limita a la narración de los hechos desde una perspectiva puramente militar o política. En su exposición, abordará la preparación del asedio, la participación de actores internacionales y los medios desplegados para la defensa de la ciudad. “En historia hoy en día se estudia tanto la gran historia como la microhistoria”, explica. “Intento agrupar ambas visiones, desde los grandes planteamientos generales hasta los pequeños detalles de la vida diaria”.
Uno de los puntos clave que destacará en su disertación es el papel del Marqués de Grimaldi, secretario de Estado de Carlos III, en la organización de la defensa. Asimismo, explicará la forma en que el asedio impactó a los habitantes de la ciudad, cómo se organizaban para resistir y qué estrategias se emplearon para enfrentar una situación extrema. Según Bravo, conocer cómo se vivió el sitio en el día a día es esencial para comprender la historia de Melilla en su totalidad.
Para documentar su investigación, Antonio Bravo ha recurrido a diversas fuentes primarias y secundarias. Entre ellas, destacan los documentos conservados en el Archivo General de Simancas, así como los diarios escritos durante el asedio. “Siempre intento acudir a las fuentes originales”, ha afirmado.
Sin embargo, también reconoce la importancia de apoyarse en estudios previos de investigadores de referencia. “He trabajado principalmente con la documentación del Archivo General de Simancas y los diarios que se realizaron durante el asedio. Normalmente se han citado cuatro diarios principales, pero existen más. Leerlos todos me ha permitido reconstruir el día a día y complementar informaciones que en algunos de ellos faltaban”.
El historiador lleva años investigando sobre el sitio de Melilla, aunque su interés por la historia de la ciudad se remonta a mucho tiempo atrás. “Sobre el asedio en general, he leído todo lo que ha caído en mis manos”, comentó. No obstante, ha dedicado especial atención a cuestiones como las fortificaciones y la transformación urbana derivada del conflicto. En su opinión, el asedio no solo fue una batalla por el control de Melilla, sino también un catalizador de cambios arquitectónicos y defensivos en la ciudad.
La conferencia de mañana también servirá para reflexionar sobre la relevancia de conmemorar este hecho histórico 250 años después. Para Bravo, el conocimiento de la historia es fundamental para entender el presente y evitar que los acontecimientos caigan en el olvido. “La historia no es algo muerto, sino un conjunto de experiencias que marcaron un tiempo y dejaron consecuencias”, ha argumentado. Los aniversarios, en su opinión, son una excusa para traer a la memoria colectiva eventos que definieron el devenir de las ciudades y los pueblos.
En el caso de Melilla, la celebración de los 250 años del levantamiento del sitio es una ocasión propicia para reivindicar su milenaria historia. “No es una ciudad centenaria, sino milenaria”, destacó Bravo, subrayando la importancia de preservar y difundir su pasado.
"Melilla puede presumir de que es una de las ciudades más antiguas de esta zona del Mediterráneo occidental", concluyó el cronista oficial de la ciudad autónoma.
Con esta conferencia, Antonio Bravo no solo ofrecerá una visión detallada del asedio de 1774-1775, sino que también abrirá un espacio para la reflexión sobre el valor de la historia. Su investigación minuciosa y su enfoque integral prometen una ponencia enriquecedora para todos los interesados en el pasado de Melilla. Sin duda, una oportunidad única para redescubrir un episodio clave de la ciudad a través de los ojos de un experto.