La Guardia Civil se mantiene en alerta ante la posibilidad de que se produzca un salto masivo en la valla que limita el perímetro fronterizo. Sin embargo, fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno afirman que no se ha dado alerta alguna y que se siguen realizando labores de vigilancia en coordinación con los marroquíes, “como hace siempre”, indican esas fuentes.
Nuestros datos apuntan, no obstante, a que durante la madrugada del sábado al domingo, un grupo muy numeroso de subsaharianos bajó del Gurugú con intención de dirigirse hacia la valla y pasar a Melilla. Esos inmigrantes fueron interceptados por agentes de la policía marroquí, que los cercaron para impedirles que siguieran progresando en su intención de llegar a la valla.
Fue entonces cuando se produjo una verdadera batalla campal entre los subsaharianos y los agentes marroquíes, varios de los cuales resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos de sus heridas en el hospital de Nador. Al parecer, los inmigrantes utilizaron piedras, palos y todo tipo de objetos contundentes contra la policía marroquí.
La Delegación del Gobierno confirmó, en ese sentido, que es cierto que ha habido “algún movimiento” en la zona de Marruecos próxima a la valla pero que no se produjo aproximación alguna a Melilla.
Por su parte, una familia marroquí que reside en Barrio Chino ha manifestado a El Faro que Marruecos ha aumentado considerablemente la presencia de policías en la valla. Igualmente señalaron que han llevado varias ambulancias y autobuses a la zona por lo que no se descarta que haya alguna intervención en el propio monte Gurugú, donde se refugian los subsaharianos a la espera de poder saltar la valla y llegar a Melilla.
Último salto
Fue concretamente el día 2 de marzo pasado cuando se produjo el mayor salto que se ha conocido en la ciudad y como consecuencia de esta refriega los heridos, tanto subsaharianos como guardia civiles, se contaron por decenas.