Los hechos ocurrieron hace dos años, cuando uno de los acusados vigilaba una obra en la calle García Margallo. El 20 de agosto de 2012 se encontraba en el lugar junto con el segundo acusado cenando cuando vieron, según declararon ante la juez de lo Penal 2, a un hombre orinar en las inmediaciones de la obra que estaban custodiando. Al recriminarle su actitud se inició un forcejeo.
El acusado M.M.A. explicó que al reprochar al hombre su comportamiento, éste se avalanzó sobre él. Le dio un empujón “en defensa propia” y la víctima cayó con tan mala suerte que se golpeó en la cabeza contra el bordillo. El procesado aseguró que él únicamente le causó una herida en el labio al empujarle y aseguró que las lesiones en la cabeza fueron fruto de esa caída “fortuita”.
El segundo acusado dijo no haber participado en el forcejeo. La víctima no acudió al juicio, pero se dio por válida la declaración que prestó ante la Policía Nacional. Aseguró que aquella noche volvía a casa con su sobrino de 7 años después de ver un partido de fútbol cuando fue sorprendido por tres personas, dos de ellas los acusados, que le atacaron con una piedra. Los golpes recibidos le causaron lesiones en la cara y una brecha en la cabeza que necesitó seis puntos de sutura. La víctima dijo haber quedado inconsciente hasta que fue atendido por los sanitarios.
Los agentes de la Policía Nacional que declararon como testigos explicaron a la juez que la víctima acudió a la Jefatura con la cabeza vendada para interponer una denuncia contra sus agresores. Acompañaron a ésta al lugar de los hechos, donde identificó a sus agresores. El caso quedó visto para sentencia.