EL recuento de votos al Congreso de los Diputados estuvo ayer muy reñido en nuestra ciudad. Coalición por Melilla hizo una demostración de fuerza y con el 75% de papeletas escrutadas parecía que se hacía con el único escaño en liza, aunque con el PP pisándole los talones, a sólo 8 votos de diferencia.
A partir de este punto, el Partido Popular empezó a distanciarse de CpM y de la debacle nacional. Ha perdido muchos votos, pero mantiene el diputado. El ex comandante general Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu tendrá su sillón en la Cámara Baja.
Al cierre de esta edición y con el 100% de votos escrutados, el PP tiene asegurado el representante en el Congreso con 8.082 apoyos, muy lejos de los 13.522 de hace tres años.
Los números no son buenos, pero tal y como transcurrió la noche para los populares, con el fracaso estrepitoso de Pablo Casado en Génova, hay que darse con un canto en los dientes.
No pueden decir lo mismo en Ceuta donde el Partido Socialista le quitó con holgura el diputado al PP y Vox fue la segunda fuerza más votada en la ciudad autónoma. Visto lo visto, el resultado de Melilla sabe a gloria.
Mustafa Aberchán lo dio todo en su primer intento de conseguir para CpM un escaño en el Congreso. Salió a pelear el voto convencido de que era ahora o nunca, pero aunque sacó músculo, no lo logró.
No me caben dudas de que la alta participación en las elecciones de ayer (casi 11 puntos más que en 2016 a las seis de la tarde) se debió a la gran movilización del electorado cepemista aunque hay que reconocer que el Partido Socialista, segunda fuerza más votada en la ciudad, mejoró en 200 votos los resultados de hace tres años. Su electorado es fiel, pero sigue sin tener la fuerza necesaria para dar el salto al Congreso.
En democracia hay que ser humildes y aceptar los resultados de las urnas. Ayer ganó el PP en Melilla. Fue la fuerza más votada y prácticamente se quedó sola liderando la derecha.
En es afranja ideológica, Vox adelantó en votos a Cs y se colocó como la cuarta fuerza más votada en Melilla con 5.697 apoyos. Si en las autonómicas consigue un resultado similar tendría asegurados al menos tres diputados, una cifra muy por debajo de las expectativas de su militancia que ha llegado, incluso, a hablar de sorpaso al Partido Popular.
Sin embargo, eso no quiere decir que no entren con fuerza en la Asamblea. Muchos firmarían por conseguir esos tres representantes a la primera. No es fácil. Si no, que se lo pregunten al antiguo PPL, que incluso disparando con bazuka no pasó de dos sillones.
Ciudadanos Melilla también mejoró mucho los resultados de hace tres años, con un millar de apoyos más, pero no pudo evitar que el partido de Santiago Abascal le adelantara por la derecha, relegándole a la quinta posición local, a 1.345 de votos de distancia.
En España, el triunfo se lo llevó el PSOE con un Pedro Sánchez que ha dado un golpe de autoridad al conseguir 123 diputados (38 más que en 2016). Ahora tendrá que negociar, pero con la autoridad moral que da saber que ha ganado con holgura las elecciones en España, duplicando en votos al PP.
Para los populares de Melilla y para los que seguimos el recuento de votos, la noche fue larga. Las papeletas del Senado fueron contadas a cámara lenta.
CpM comenzó llevándose los dos senadores; luego se los repartió con el PP, y con el 82,53,% de votos escrutados Juan José Imbroda y Sofía Acedo tenían asegurado sus sillones en el Senado.
Ha sido una noche electoral vibrante tras una campaña bajo sospecha y con puñaladas en Melilla. Desgraciadamente se ha querido condicionar el voto de los ciudadanos hasta el último momento.
Yo me quedo con lo mejor: la alta participación, de más de un 62%, que sin dudas se podría mejorar en las autonómicas.